“La batalla por Guatemala” en “Mirada Sur”

 

Mirada Sur tuvo la gentileza de preguntarme sobre lo que ocurre políticamente en Guatemala y esto fue lo publicado:

Cuando falta un mes para el 14 de enero, fecha para el traspaso de mando en Guatemala, todavía no se sabe si el Presidente electo, Bernardo Arévalo, podrá asumir el cargo. En la segunda vuelta de las elecciones nacionales, celebradas en agosto, Arévalo, del partido Semilla, se impuso sobre la ex Primera Dama, Sandra Torres, con un 58% de las voluntades. Sin embargo, el partido oficialista Vamos y otros nueve partidos de derecha, denunciaron ante el Tribunal Supremo Electoral y la Suprema de Justicia, que en la primera vuelta existió fraude en favor de Arévalo y se niegan a reconocer su victoria en las urnas. Con varios recursos presentados han logrado demorar la oficialización de los resultados y la adjudicación de los cargos obtenidos en la contienda.  

La OEA ha calificado la situación como un “intento de golpe de Estado por parte del Ministerio Público” guatemalteco y expresó su condena en un comunicado emitido el pasado viernes. Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, potencia que ha tenido influencia histórica sobre Guatemala, manifestó en varias ocasiones su apoyo a Arévalo y al proceso electoral. No obstante, son muchos los que creen que si el 14 de enero Arévalo logra asumir, será un milagro.

La voz experta. Para entender mejor esta compleja trama de corrupción y políticos aferrados al poder, consultamos a Luis Figueroa, Investigador del Centro de Estudios Económico-sociales de Guatemala.

“En la medida en que se acerca el 14 de enero, día del cambio de la Presidencia de acuerdo con la Constitución, se ha intensificado ´La batalla por Guatemala´. Por un lado el 8 de noviembre el Ministerio Público ofreció su informe sobre las investigaciones que hizo sobre el proceso electoral, las cuales concluyen en que se cometió fraude.” 

Por otro lado, nos explica Luis, “el presidente electo, Bernardo Arévalo y el Movimiento Semilla responden con “salir a la calle” en defensa de la democracia; sin mayores éxitos porque no consiguen demostrar apoyo popular amplio para sus manifestaciones. Si en la última de ellas no hubiera echado el hombro el grupo de dirigentes indígenas conocidos como 48 cantones de Totonicapán, la manifestación hubiera sido más que raquítica. Los organizadores se vieron muy mal cuando el Presidente electo habló rodeado por personajes de la vieja política (dos excandidatos presidenciales y un ex jefe del MP), del tipo que el votante promedio de Semilla, -y el votante promedio de otras opciones- rechaza con vehemencia”.

Para Luis, “Si me preguntan, el informe del MP no termina de presentar evidencias incontestables para ser presentadas en un proceso judicial, como no sea porque hay una compra de teléfonos móviles con sobreprecio que no da buena impresión. Sigue habiendo indicios de que “algo está podrido en Dinamarca”, pero faltan pruebas. Semilla, por su lado, perdió calidad moral luego de la manifestación citada por la presencia de personajes turbios; y porque no logra consolidar un gabinete que pueda presentarles a los ciudadanos para generar confianza”. Y agrega que “Con las vacaciones de fin de año a las puertas las grandes preguntas son, ¿qué porcentaje de posibilidades hay de que Arévalo tome posesión de la presidencia el 14 de enero de 2024?  ¿Prevalecerá la política, o prevalecerá el derecho? Los guatemaltecos, ¿merecemos saber la verdad?”

La publicación es muy generosa cuando pone La voz experta; pero lo que sí es, es la voz sincera. Esta opinión, por cierto, la envié el 12 de diciembre del 2023 antes de la resolución de la Corte de Constitucionalidad que ordenó garantizar la toma de posesión de Arévalo.

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