La Guatemala desconocida

La Guatemala conocida es la que arrastran por el lodo muchas ONG, buen número de medios de comunicación, docenas de comentaristas, organismos internacionales y todo el que puede.  Es la Guatemala de la miseria, de la ignorancia, del desempleo y de la corrupción por decir algo.  Pero hay una Guatemala desconocida que hay que explorar y conocer mejor.  Es la de los guatemaltecos que están más allá de las estadísticas manidas y la de los guatemaltecos que jalan la carreta sin hacer bulla y sin levantar polvo.

Voy a repetir: La Guatemala desconocida hay que explorarla y conocerla mejor.  No basta publicar una gráfica para aquello; pero una gráfica invita a saber más, a preguntarse ¿Por qué? ¿Cómo así? ¿Cómo?

Atardecer en la ciudad de Guatemala.

Por ejemplo, el grupo Statista publicó una gráfica que muestra que el desempleo en Guatemala es de 2.2%; y coloca a este país con una tasa inferior a la de México situada en 4.1% y muy inferior a la de Costa Rica de 16.4%.  La actitud que me gusta es la de preguntarse cuáles son las fuentes de esa información y qué entienden los responsables por desempleo.  Como es una gráfica comparativa, es importante explorar si las comparaciones se hacen mediante el uso de parámetros consistentes.  Pero, ¿cuál es la reacción fácil? Un sarcasmo y dice un tuitero: O sea, la gente que migra al Norte se va porque es pendeja entonces, porque “trabajo” hay.  Yo diría que la diferencia entre trabajar en Guate y trabajar en los EE. UU. es que allá es más productivo el trabajo (porque hay más capital); y que ese es suficiente motivo para migrar aunque aquí haya empleo.

¿Otro ejemplo? Se publica que los guatemaltecos tenemos el coeficiente intelectual más bajo de la región, muy lejos de haití que nos saca 34 puntos de ventaja.  Así puestas las cifras duelen y dan entre rabia y tristeza; pero,como lo ha explicado el tuitero @kmfolgar…los tests de inteligencia ¿están bien contextualizados culturalmente?. ¿Toman en cuenta las limitaciones por lenguaje, o por educación? ¿Se vale usar extrapolación de datos en una sociedad multicultural y plurilingüe? No lo se, Rick, dice el tuitero.

Mujeres comprando boxboles en Chajul, Quiché.

Mucho se ha escrito sobre lo perjudicial que es el salario mínimo porque saca del mercado a jóvenes sin experiencia, aadultos mayores y a personas que estarían felices de trabajar por menos siempre que otras condiciones de trabajo sirvan a su sus propósitos.  Un análisis de Picodi, pone en evidencia que en Guatemala ($383) hay un salario mínimo más alto que en Chile ($369) y en México ($315), a pesar de que el PIB per capita de Guatemala sólo es de $5,473 en tanto que el de Chile es de $15,355 y el de México es $11,091.

Con todo y todo es imposible negar que Guatemala sea un país donde abunda la pobreza; pero, ¿están manipuladas las cifras de pobreza? Un estudio de Olav Dirkmaat y Daniel Fernández demuestra que las cifras oficiales no corresponden a la realidad porque el INE estaba calculando mal el precio de los alimentos y que el porcentaje de la población por debajo de la línea de pobreza no es un cataclismico 59.3%  como ha asegurado el Banco Mundial, sino que anda por 9.5% si situamos aquella linea en personas que viven con menos de $2.75 al día.  No es que en Guatemala no haya pobreza, repito, pero no es la pobreza extrema que le gusta exhibir a organismos internacionales y a ONG.

¿Qué tal si exploramos y descubrimos que los guatemaltecos no somos pobres debido a la corrupción? Dirkmaat prepara la publicación de un estudio que evidencia que Guatemala no es pobre porque es corrupta. Estudios como estos dos últimos, ¿qué tipo de recepción deberían tener en el ambiente?  Una de sana curiosidad y de espíritu de búsqueda de la verdad? ¿O debería tener la usual recepción de descalificación, insultos y falseamiento de la realidad?

Cualquiera que visite una población que es centro de comercio en Guatemala, ya sea en día de mercado, o no, va a notar que hay una intensidad bisnera que no corresponde a las estadísticas apocalípticas. En Guatemala hay problemas; y si queremos resolverlos, ¿qué corresponde? ¿Hacerlo con información real, o con información arbitraria? ¿Mediate la via usual del estatismo, o nos ponemos creativos? 

Columna publicada en República.

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