Encuentro con Roberto Ampuero

 

Roberto Ampuero es uno de los escritores chilenos más leídos y ha tenido una vida digna de una miniserie.  Tuve la dicha de conocerlo y conversar con él cuando visitó la Universidad Francisco Marroquín el 29 de marzo pasado.

En su juventud, Roberto se enganchó con la revolución comunista en tiempos de Salvador Allende, militó en las Juventudes Comunistas de Chile y salió al exilio tras el golpe de estado de septiembre de 1973 para ir a vivir en Cuba y, luego, en Alemania del este.  Vio al monstruo totalitario y colectivista desde adentro y se desencantó.  Cambió el comunismo por el liberalismo porque -con una mente activa- extrajo lecciones de sus experiencias y aprendió de ellas.

Yo sabía de Roberto porque leí Diálogo de conversos, una obra muy recomendable en la que, con Mauricio Rojas (otro genial desencantado con el comunismo) recordó su pasado y compartió las lecciones aprendidas.  Además tuve la dicha de participar en una conversación con Mauricio y otros distinguidos escritores liberales en 2016.

Haz clic en la foto para ver el Encuentro Literario Liberal.

Para hacer la historia corta, mi cuata, Adriana es fan de Roberto Ampuero y cuando supo que venía me dio un briefing fabuloso acerca de su vida y obras.  Me recomendó Nuestros años verde olivo; y Detrás del muro.  Luego tuve la oportunidad de dar un paseo breve con Roberto para luego almorzar con él y un grupo de colegas y de estudiantes y no pude resistir la tentación de tuitear algunas de las ideas que el escritor compartió con nosotros.

Los artistas, los escritores son mini PYME.

¿Qué valor le damos al arte en el liberalismo?

¿Qué decimos los liberales frente a fenómenos como el de reescribir las obras de Agatha Christie?

En Alemania Oriental el concepto de ‘el muro’ estaba prohibido; lo que se usaba era ‘la valla de protección antifascista.

El orden que tenemos en una sociedad siempre es precario.

El desprestigio de la clase política es mundial y eso daña a la democracia liberal frente a opciones autoritarias.

Los partidos tienen que volver a ser doctrinarios.

El modo en que nos informamos actualmente afecta a la democracia liberal. ¿Cómo enfrenta esto occidente?

Roberto es escritor; pero también fue ministro de Cultura, y de Relaciones Exteriores y diplomático, además de haber tenido una vida de novela; y no sólo aquello, además, es un comunicador brillante y calidá de persona. Celebro mucho haberlo conocido y espero que, en un futuro no muy lejano, mis estudiantes tengan la oportunidad que he tenido.

De Diálogo de Conversos hay mucho material; pero marqué algunas frases en su oportunidad y te comparto tres que creo que son atingentes ahora mismo:

Nos gustó meterle miedo a los momios y a los militares, y tarde nos dimos cuenta de que se iba acumulando miedo, resentimiento y odio del otro lado.  Claro, hoy muchos -de uno y otro lado- eluden la responsabilidad, prefieren asumir el rol de víctimas y la polarización prefieren pintarla como que cayó del cielo de la noche a la mañana, después del 11 de septiembre de 1973.

Octavio Paz dice en un momento que no hay nadie más reaccionario que los intelectuales marxistas latinoamericanos, porque nunca los vio pedir disculpas ante la ciudadanía, y nunca admiten que se han equivocado.

Mi ruptura la decepción y el desencanto personal no emanaron de los textos del marxismo o del liberalismo, sino de la realidad diaria del socialismo.

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