En el Holocausto del pueblo judío ocurrió algo sin precedentes, aterrador. Por primera vez en la sangrienta historia de la humanidad, en un estado moderno, en el centro de un continente civilizado, se puso en marcha una decisión cuyo objetivo era localizar, registrar, marcar, aislar de su entorno, desposeer, humillar, concentrar, transportar y asesinar a cada uno de los miembros de un grupo étnico aunque la pertenencia al grupo no siempre la definieron ellos mismos sino el asesino [por ejemplo, los conversos]. Estos no sólo se llevaron a cabo en el país en el que se originó el impulso genocida. No sólo se produjeron en el continente que deseaban controlar en primer lugar aquellos que los planearon. Con el transcurso del tiempo, se llevaron a cabo en cualquier parte del mundo, debido simplemente a motivos ideológicos, explica Yehuda Bauer, de Yad Vashem.
¿Cómo fue aquello posible? En Gobierno omnipotente, Ludwig von Mises explica las raíces del del colectivismo nacional socialista y claro, es evidente que los nazis fueron culpables de la Shoá; pero, ¿y los alemanes? ¿y el resto del mundo? El mal en el mundo, ¿sabes?, no viene sólo de la gente realmente malvada; sino de personas buenas que toleran la iniciación de la fuerza para alcanzar fines. Las personas buenas le dan poder a la gente malvada. Quienes sabían lo que estaba ocurriendo -en los campos de concentración, y en la sociedad alemana desde antes de que empezara la guerra, también son responsables.
Antes de la guerra, ¿sabes?, el propósito de Hitler era expulsar a los judíos de Alemania…y barcos repletos de refugiados judíos fueron rechazados en países como los EE. UU. y Canadá. Así que tuvieron que volver a Europa. Tal el caso del célebre St. Louis, que, de sus 937 pasajeros, 254 fueron asesinados en el Holocausto. ¡La Shoá pesa sobre la conciencia de casi la totalidad de la humanidad, que no le tendió una mano a los refugiados judíos! ¿Por qué te lo cuento? Por que de esto no se habla mucho y porque en la Biblioteca von Mises, de la Universidad Francisco Marroquín hay una exhibición sobre el Holocausto y te invito a visitarla.
Columna publicada en elPeriódico.
Actualización: en la versión del diario cometí el error de referirme a la obra de Mises como El estado omnipotente; cuando su nombre es Gobierno omnipotente; y el St. Louis no era un barco gringo (USS), sino alemán.