Rigoberto Juárez-Paz fue mi profesor de Praxeología hace la friolera de 37 años cuando, además de dar ese curso, él era vicerrector de la Universidad Francisco Marroquín. El doctor Juárez-Paz falleció el 8 de julio de 2019 dos meses después de que muriera su querida esposa, Susana.
Durante el curso leímos los dos primeros capítulos de La acción humana, por Ludwig von Mises; y todo Teoría e historia, del mismo filósofo y economista. Un grande del pensamiento del siglo XX. Recuerdo que en el primer día de clases, Juárez- Paz nos dijo que perderían el curso aquellos estudiantes cuyos nombres él no recordara al final del semestre; así que, todos los días de clase yo me aseguraba de levantar la mano e identificarme para que el Profe supiera bien quién era yo.
Como él era miembro de número de la Academia guatemalteca de la lengua, en 2007 le hice una entrevista al respecto.
Rigoberto Juárez-Paz era un intelectual de gran talla; y sus valiosas aportaciones a la educación y especialmente a la educación superior no se limitan al hecho de que haya sido vicerrector fundador de la Universidad Francisco Marroquín. Basado en las ideas de Manuel F. Ayau y de otros fundadores de La casa de la librtad; así como en ideas de intelectuales como Friedrich A. Hayek, Pierre F. Goodrich y Benjamin A. Rogge, Juárez-Paz le dio forma al Ideario de la UFM. También fue autor del himno de esta casa de estudios.
Juárez-Paz fue autor de varias colecciones de ensayos sobre temas filosóficos; entre ellas están Invitación a la filosofía; El carácter social de la vida humana; Las condiciones del diálogo y El pensamiento de Juan José Arévalo y de Héctor-Neri Castañeda, entre otros. Hacia el final de su vida escribió De Jícaro City, un libro autobiográfico en el que incluyó algunos de los artículos de opinión que publicaba en el diario El Periódico.
Mención especial merecen, entre sus obras, los cinco relatos de carácter filosófico-literario que proveen una nueva interpretación de algunos de los principales temas del Popol-Vuh y que llevan el título de Cinco relatos contra el olvido. Recuerdo, de cuando yo era estudiante, que me llamó la atención el relato titulado Memorias de Vucub Caquix.
¡Adiós doctor Juárez-Paz, y gracias por introducirme a la Praxeología y al gran Ludwig von Mises!