Mi canasta de Navidad

En estas fiestas de fin de año –por si andabas con el pendiente- me gustarían cosas distintas en mi canasta navideña.

Me gustaría que la lucha contra la corrupción fuera eso y no una contra algunos corruptos. Quisiera que para que la lucha contra la corrupción tuviera el éxito, fueran desmantelados los ambientes, la legislación y las prácticas que hacen posibles las decisiones arbitrarias en las que medra la corruptela. Sin ese desmantelamiento, el corrupto que encarcelas hoy, es sustituido por uno con sólo ganas, y así sin que haya incentivos para que se detenga la cola.

Me gustaría que a la justicia le fueran vendados los ojos de nuevo, que esa vieja dama no pudiera ver si quien está frente a ella es tirio, o troyano. Quisiera que no sirviera a la construcción de un país modelado al gusto de unos y a costa de otros. Si me preguntas más, te diré que me gustaría que Max Quirín y el coronel Chiroy (por mencionar dos) recibieran un trato justo, y no el que se les da a los procesados que no son del agrado de quienes controlan el sistema de justicia. Quisiera que la CICIG y los “países amigos” dejaran en paz a los chapines.

¿Sábes qué me gustaría mucho? Que niñas como Jackeline Caal y sus familias no tuvieran que salir del país. Quisiera que hubiera menos obstáculos para el ahorro y la formación de capital; que hubiera menos economía de papel y más economía productiva. Que todos los privilegios fueran el eliminados y que socialismo y mercantilismo fueran malas palabras. Quisiera que el impuesto a los rendimientos del capital y las aduanas fueran eliminadas. Que fuera flexibilizado el mercado laboral.

Me gustaría que en las elecciones de 2019 la gente o votara con el hígado.

¿Qué más debería venir en mi canasta? Paz, amor y prosperidad en tu casa y en las de las personas que amas y admiras. Paz, amor y prosperidad para mi familia y mis amigos. Y no es que no quiera turrones, polvorones, un buen Jeréz y otras cosas así en mi canasta. Pero sí quisiera que en este solsticio de invierno, los guatemaltecos tuviéramos otra oportunidad. Quisiera menos odio y menos rencor.

Columna publicada en elPeriódico.

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