15 de septiembre

Mentiras que ganan juicios / Tan sumarios que envilecen / El cristal de los acuarios / De los peces de ciudad / Que mordieron el anzuelo/ Que bucean a ras del suelo. Esos versos de Sabina recuerdo, mientras pienso que nunca antes un 15 de septiembre* había sido tan significativo para los chapines.

Esta fiesta, un poco de libro de texto y algo kitsch (¡Y soy fan de esta celebración!), es una oportunidad. En el ajedrez político, el miércoles pasado el Congreso movió sus piezas y cometió un acto brutal que, en defensa de la impunidad, pone en grave riesgo la precaria seguridad ciudadana. Al mismo tiempo, distintos grupos advierten contra el peligro que representan la inestabilidad, la incertidumbre, las amenazas de violencia y las acciones de otros grupos que intentan hacer una Guatemala a su modo, casi a cualquier costo. Y en medio, hay casi de todo.

Cuando escribo estas líneas, me entero de que O. Blanco, uno de los promotores del manotazo del miércoles, dijo que los diputados estarían evaluando echar marcha atrás. Eso podría resolver el daño a la justicia; pero el daño político persiste. El miércoles y jueves, en redes sociales, había gente llamando a la violencia, y había gritos de ¡Guerra! y ¡Plaza, plaza!, en tonos que erizaban los pelos.

En cambio, prefiero recordar unas palabras de L. von Mises: Quien no comprende que los principios morales sirven a los intereses de todos y que no hay un conflicto insoluble entre los intereses particulares y los sociales tampoco puede comprender que no hay un conflicto insoluble entre las distintas entidades colectivas. Eso sí, en el contexto de un consejo sabio de A. Rand: En todo conflicto entre dos hombres (o grupos) que comparten los mismos principios básicos, gana el más consistente. En toda colaboración entre dos hombres (o grupos) que se apoyan en diferentes principios básicos, el más maligno, o irracional es el que gana. Cuando los principios básicos opuestos están abierta y claramente definidos, eso obra en ventaja del lado racional; y cuando no están claramente definidos, sino que están ocultos, o difusos eso obra en ventaja del lado irracional. 

*Con excepción el de 1821, claro.

Columna publicada en ElPeriódico, y la foto es de la celebración en el Obelisco en 2015.

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