Es escandaloso que, para efectos del cálculo de sus bonos 14 y de sus aguinaldos, los diputados pretendan que se tomen en cuenta sus gastos de representación.
El de abajo es el glifo maya del sacrificio de derramamiento de sangre. Tal vez es tiempo de que, los mandantes, exijamos que los diputados derrramen sangre, antes de emitir legislación, sobre todo cuando esa legislación es sobre privilegios para sí mismos.
El jueves, los diputados que tienes por corruptos, venales e ineptos se recetaron su salario mensual, dietas, gastos de representación y bonificación anual. Además, dejaron abierta la posibilidad de pedir indemnización cuando dejen el cargo para el cual fueron electos. Así, ¿o más ofensivo contra los tribubtarios?
La indemnización debe ser impugnada ya que en 2007 hubó un decreto en el que los congresistas salientes pretendían indemnizarse; pero existe un fallo en contra, de la Corte de Constitucionalidad.
Los reyes y sacerdotes mayas solían perforarse el pene, la lengua, o las orejas para extraerse la sangre que, ofrecida a los dioses, permitía que el universo continuara funcionando.
El glifo que ilustra esta entrara lo encontré en una estela ubicada en uno de los museos de Tikal, hace diez años; y cuando mi amigo Andy la vio opinó que los legisladores -igual que los gobernantes mayas- deberían derramar su sangre como parte de sus obligaciones, especialmente antes de legislar. Esto por supuesto, es una nota de humor (para quienes necesitan que se les expliquen estas cosas); de humor para sobrellevar la rabia que dan aquellos canallas.
Lo que si es cierto y bien cierto es que es tiempo de renovar la clase política.