Los primeros años del siglo XXI nos enseñan que los socialistas llegan al poder democráticamente con el voto de la mayoría, alteran el orden institucional y constitucional democráticamente, alargan sus períodos presidenciales democráticamente y extienden sus regímenes democráticamente. La máxima democrática es que los intereses colectivos prevalecen sobre los derechos individuales.
¿Cómo consiguen servirse con la cuchara grande? Aprendieron de sus errores y mediante cuatro instrumentos. La semana pasada comenté la educación estatal y hoy veremos el segundo: La prensa activista y complaciente.
Esta no siempre es complaciente con el grupo específico que controla el poder; pero sí con los valores que lo hacen posible: el colectivismo, el misticismo y la irracionalidad. Y con las políticas que se derivan de aquellos valores: Más legislación, más controles, más trámites, más expoliación, más centralización, más monopolización, más arbitrariedad y menos libertad, menos propiedad, y menos respeto a los proyectos de vida de las personas individuales. Este tipo de prensa es el gran reforzador del pensamiento único.
Para esta prensa Pinochet era un tirano; pero Fidel era un líder. En la prensa activista, al che Guevara se le perdonan los asesinatos y el odio contra los homosexuales. La prensa activista tiene un punto ciego para lucha de la gente en Venezuela.
En los medios activistas y complacientes no se cuestiona la naturaleza antropogénica del cambio climático. La prensa activista y complacientese adhiere a las agendas de ONG, grupos de interés y organismos internacionales siempre que no contradigan los prejuicios prevalecientes, ni minen las facultades de los políticos para regular, prohibir y expoliar.
En la prensa activista ni te enteras de que nunca antes, en la historia de la humanidad, se han producido tantos alimentos como ahora; de que el petróleo no se está acabando; de que en el mundo, la gente invierte muchos más años en estudiar ahora, que antes; ni que el verdadero legado del socialismo es la miseria de todo tipo.
¿Te extraña que la clientela mal informada vote a favor de tiranías? El otro viernes comentaré el tercer instrumento.
Columna publicada en elPeriódico, la ilustración la tomé de Facebook.
Los enlaces a los demás artículos de la serie están aquí:
- El socialismo y la cuchara grande, I
- El socialismo y la cuchara grande, III
- El socialismo y la cuchara grande, y IV