La costumbre de adornar un árbol con ocasión del solsticio de invierno es muy antigua y está enraizada en las tradiciones nórdicas. En mi casa es una de las tradiciones más celebradas en estas fechas. Cuando llega el pinabete y la casa empieza a llenarse con su aroma, uno no puede sino llenarse de alegría y ese aroma me hace viajar en el tiempo. El aroma del Abies guatemalensis y el de sus inseparables manzanillas me lleva a recuerdos como el de hornear galletas junto a mi madre y mis hermanos; el de quemar cohetillos en la calle con mi padre, o con los cuates; el de los tamales en los desayunos de la temporada; o el del pavo horneado y relleno.
Sin lugar a dudas la mañana posterior al día en que ponemos el árbol en casa es una de mis mañanas favoritas del año. A quienes leen este espacio, en casa les deseamos que pasen estas fiestas rodeados de amor y cariño, y que 2017 venga lleno de sólo cosas buenas.
Como en años anteriores, nos gozamos un árbol galán; cultivado cuidadosamente en El encanto, Tecpán. Si te gustan los pinabetes los hay hermosos en la 30 calle 11-42, zona 12, colonia Santa Rosa II; teléfono 2476-0496.
Igualmente para ustedes, felices fiestas y éxitos en el 2017.
Un abrazo