La bomba atómica y Ayn Rand, el subconsciente y la música

shoshana-luis-figueroa

El guión de Ayn Rand para una película titulada Top Secret -sobre el desarrollo de la bomba atómica- fue el reto de escritura más difícil que la escritora hubiera intentado, dijo  Shoshana Milgram, en la conferencia titulada Ayn Rand and the Atomic Bomb Movie: Seventy Years Later, nos contó como es que Rand aceptó el reto de escribir el guión, como lo planeó y se preparó para escribirlo y qué ocurrió cuando el proyecto le fue quitado de las manos.

Para Rand este proyecto fue diferente a cualquier otra cosa que huciera hecho, planeado y considerado.  Estaba basado en un hecho histórico y sin cambiar los nombres de quienes lo protagonizaron ella iba a hacer una obra de arte.  Preparó cuidadosamente las preguntas que les haría a gente como Robert Oppenheimer, un héroe científico. El principio que iba a guiar aquella pieza para el cine era el del enfrentamiento entre la libertad y la fuerza, en el supuesto de que la libertad es condición indispensable para que funcione la mente.

Rand estaba consciente de que la bomba atómica presentaba un peligro específico: armas con esa capacitad de destrucción masiva, en manos del estatismo podía acabar con la humanidad.  En manos de los gobiernos ese tipo de poder es muy peligroso.  Sabía, también, que los estatistas siempre tratan de destruir, o por lo menos de bloquear las mentes brillantes porque los estatistas demandan obediencia.

Empero, sabía que la bomba era la consecuencia de la cooperación -en libertad- de científicos que había huído de regímenes totalitarios y colaboraron en un país libre, en un ambiente de libertad, Shoshana contó que Oppenheimer decía que en Los Alamos no se daban ordenes, sino razones.

Durante la conferencia hubo tres frases que me gustaron mucho:

Oppenheimer le dijo a Rand: We fought for knowledge, but you will have to fight for the right to know.  Frase que me parece de muchísima relevancia en estos días en los que las opiniones parecieran prevalecer sobre las ciencias, en los que lo políticamente correcto se impone sobre lo que es verdad y en los que la libertad de expresión es aplastada por los sentimientos y por la democracia.

La otra frase no recuerdo si es de Shoshana, o de Rand: Facts can be exciting if you can pick the right ones. Frase de mucho valor para quienes escriben ficción.

Finalmente, de Oppenheimer: The mind is man´s only real wapon.

Aquello ocurrió en 1946, justo antes de que ella emprendiera La rebelión de Atlas.

Entendiendo el subconsciente:

En la mañana hubo dos clases favoritas: Entendiendo el subconsciente, por Jean Moroney de la que les contaré en unas líneas; y la segunda parte de la clase de música que ya comenté ayer.

El éxito en el mundo real descansa en el funcionamiento efectivo del subconsciente, ese que constantemente suple a la mente consciente con información pertinente y motivación coherente, explicó Jean Moroney.  Sólo el objetivismo reconoce que el subsonsciente está programado por la mente consciente  -y que por lo tanto puede ser reprogramado.  En su conferencia, Moroney mostró el proceso esencial para entender nuestro subconsciente y para remediar problemas clave, incluyendo la represión, la jerarquía plana de valores, y la dificultad de identificar lo que es esencial.

Incluyó ejercicios de introspección que no pude hacer ya que tuve que atender asuntos de trabajo.  Espero que mis colegas que si los hicieron puedan hacernos una demostración cuando regresemos a Guatemala.

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