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La presencia abundante de máscaras de V for Vendetta me recordó que el pueblo no debe temerle a su gobierno; sino que el gobierno debe temerle al pueblo. Y ya que tanto la palabra pueblo, como la palabra gobierno son abstracciones, lo que la frase quiere decir -y deberíamos tratar de recordar- es que los electores y tributarios no deben temerles a quienes ejercen el poder; sino que los que ejercen el poder deberían temerles a los electores y tributarios. Los mandatarios deberían temerles a los mandantes.
Me pareció muy atinado y oportuno el llamado de una de las mantas para que se proceda con la extinción de dominio para los corruptos. Preparémonos para que el rugido del pueblo se oiga de aquí a Pinula, el próximo sábado 16 de mayo por la tarde. ¡Todos a la Plaza!, para que se oiga alto y claro.
Mientras tanto, algo para meditar: La jueza Marta de Stalling, ¿negoció con los acusados de formar parte de la mafia estatal conocida como La Línea? O bien, el caso que no esperaban que pasara de ser un show mediático, para conseguir un nuevo mandato para la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala fue mal presentado por la CICIG y el Ministerio Público: sin suficientes pruebas para condenar a los sindicados? ¿O son ciertas ambas posibilidades: el caso fue mal presentado y eso facilitó la negociación con la jueza? Ahora que ya se consumó la prórroga de su mandato y ante la presión ciudadana, ¿la CICIG va a presentar la información y las pruebas que supuestamente tiene para condenar a Roxana Baldetti y a Otto Pérez Molina? En realidad ya no tiene nada que perder, pues ya alcanzó su objetivo.
