Recuerdo que recién había tomado posesión de la presidencia de la República, que Otto Pérez Molina dijo algo así como que quería dejar un legado. Pero puede que recuerde mal. Da igual. El hecho es que a como van las cosas, el legado de Otto Pérez Molina va a ser un concierto de abucheos y rechiflas.
Pérez Molina y la comitiva que lo acompañó a la inauguración de la construcción de una carretera en la aldea El Carmen Chitatul fueron abucheados por un grupo de mujeres que rechaza la corrupción en el Gobierno.
Esto ocurrió luego de que en un centro deportivo -frente a salubristas que suelen practicar el pancismo frente al gobierno- Otto Pérez fuera abucheado cada vez que mencionó a Roxana Baldetti, la vicepresidenta.
Otto Pérez Molina enfrenta el destino de sus iguales. Cuando a Vinicio Cerezo le tocó entregar la presidencia de la República, lo hizo bajo la silvatina del público que asistió al estadio Mateo Flores. La gente le cobró, así, los resultados de una administración inepta y corrupta. A Cerezo la gente lo recibió con rechiflas en varias ocasiones; y una de las más célebres fue el 15 de septiembre de 1987 cuando recibió una silvatina ensonrdecedora, también en el estadio.
Alvaro Santa Clos Colom no asistió a la toma de posesión del actual mandatario porque, entre quién sabe qué otras razones, sospecho que él temía que la gente la pasara una factura similar. Pérez se inventó que el Tribunal Supremo Electoral no lo invitó al acto de convocatoria a elecciones, ¿porque temió ser recibido por abucheos?
Esa es una tradición bonita: recibir con abucheos y rechiflas a los mandatarios indignos; y a sus cómplices en ministerios, direcciones generales y otros puestos de confianza. Sería genial que -con dignidad- la gente se levantara y se fuera de restaurantes, fiestas, tiendas y otros lugares públicos a donde acudieran aquellos personajes.
La ilustración la tomé de Facebook.
Los huevos, además de nutritivos cuyo uso es muy elevado en Guatemala, sería bueno que tambien los usaran para manifestar repudio y “agarraran” a “huevazos” a todos esos sinverguenzas…..
Abucheos y rechiflas es lo menos que se merecen estos descarados. Tomates y huevos para que se mancharan la ropa tan cara que les compramos. Cínicos, infelices.