Muchos extranjeros se asombran cuando les cuento que en Guatemala no hay partidos políticos. Hay roscas y maquinarias electoreras que sirven para llevar a una persona a la presidencia (o a otra instancia de poder) y para conseguir poder y/o influencia para su clientela. Eso hay; pero organizaciones políticas que sirvan de intermediarios entre mandantes y mandatarios; basadas en plataformas programáticas y principios (como los describen los textos), eso no hay-
Los visitantes se asombran cuando le cuento que los partidos que llegan al poder se disuelven luego de ser expulsados de él; y que los partidos pueden cambiar de propietarios. Los partidos tienen nombres propios: Está el partido de Baldizón, el de los Pérez/Baldetti, el de Torres, el de Arzú, el de Nineth, el de Rigoberta; y así. El que antes era de Arzú, ahora es de Gutiérrez; el que antes era de Ríos Montt, ahora es de….¿de quién?; y así.
Antes los nombres de los partidos decían algo de ellos. El Partido Revolucionario tenía raíces en la revolución del 44; el Movimiento de Liberación Nacional las tenía en la liberación contra el comunismo; y el Democracia Cristiana era socialcristiano. Ahora los nombres son mercadeo: CAFE, por Ciudadanos Activos de Formación Electoral; CNN, por Corazón Nueva Nación; CREO, por Compromiso, Renovación y Orden; y País, por Movimiento Integral de Oportunidades. Uno tiene la impresión de que lo que se trata es de encontrar un una palabra que suene y de que lo demás cuadre aunque sea forzado. ¿Qué quieren decir las frases Ciudadanos activos de formación electoral, Corazón nueva nación, o Compromiso, renovación y orden, que no sea Café, CNN y Creo, por ejemplo? ¡Hasta hay un partido cuyo logo se parece al de Pepsi
Sospecho que la cosa es elegir un nombre reconocible, llenar listas de afiliados (reales, o inventados), conseguir ticket para la boleta electoral y repartir atol con el dedo. Los electores se engañan cuando hablan de partidos en el contexto del que se habla de esas organizaciones en otros países; quizás no saben que se puede evadir la realidad; pero no se pueden evadir las consecuencias de evadir la realidad.
Columna publicada en El periódico.
No hace tantos años que las personas daban la vida por sus creencias políticas y sus principios.Es tan triste ver esa boleta de lotería para las elecciones.
A donde iremos a parar con tanto estípido enreijo….
estúpido enredijo + estípido enreijo PERDÓN!!!
[…] práctica, el techo permitido por la ley para los gastos de campañas electorales por parte de los no partidos políticos, es simbólico cuando uno es un hazmerreir. A los dirigentes y propietarios de los no partidos […]