La gente en Cuba está “jodida, muy jodida, mucho más jodida de lo que pensaba”, dijo el cantautor Silvio Rodríguez, un defensor habitual del régimen de Los Castro y del socialismo; y admitió tener una vida mucho más cómoda que la inmensa mayoría de los cubanos.
Silvio Rodríguez, fue diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba durante 15 años y con su música y fama internacional contribuyó a cantarle a la revolución.
He aquí un enlace a la entrevista citada. En ella Rodríguez hace alusión a cómo es que la Internet y la tecnología han democratizado las cosas; habla de cómo es más difícil y más loco prohibir. Dice frases como las siguientes: Mientras más democrática sea la posibilidad expresiva, más valioso va a ser lo exclusivo; y el joven que no está pensando en otra cosa que mirar lo que le interesa, en resolver, en conectarse con la página del reguetonero no sé quién, lo que sea, lo que tenga en mente, y que de pronto, de un día para otro haga así, pácata, y con su telefonito se conecte con cualquier lugar del mundo. ¿A quién se lo va a agradecer?: ¿A nosotros?, ¿a nuestro país?, ¿a su gobierno?, ¿o a Google?
Las meditaciones de Rodríguez suceden a la confesión de Eduardo Galeano en el sentido de que su obra más conocida, Las venas abiertas de América Latina, fue escrita sin conocer debidamente sobre economía y política”. Al hablar de esa obra, el autor explicó cuando lo escribió “no tenía la formación necesaria. No estoy arrepentido de haberlo escrito; pero fue una etapa que, para mí, está superada. Las venas…es el vademecum de los revolucionarios tercermundistas.
Aquello me recordó la historia de Eduard Bernstein a finales del Siglo XIX. Bernstein -como muchos otros- se dio cuenta de que las predicciones de Karl Marx en cuanto al empobrecimiento del proletariado y su vocación revolucionaria no se estaban haciendo realidad y que, de hecho, no sólo no había tal empobrecimiento, sino que las condiciones de vida para los más pobres estaban mejorando.
¿Por qué es atingente la historia de Bernstein? Porque era el editor de Der Sozialdemokrat, porque fue a él a quien Federico Engels le pidió que -con las notas de Marx- elaborara el cuarto tomo de Das Kapital, porque fue uno de los ejecutores del testamento de Engels. Era así de cercano a aquellos dos teóricos del socialismo real. Era uno de los socialistas internacionales más importantes.
Al darse cuenta de que las cosas no se movían de acuerdo con la teoría marxista, Bernstein empezó a cuestionar las ideas de sus mentores. La crítica de Bernstein fue tachada de revisionista por los seguidores de Marx y si el gran objetivo del socialismo marxista era la destrucción del capitalismo, Bernstein ya no creía que aquello fuera necesario, o recomendable. Aquella honestidad intelectual lo enfrentó con Lenin.
Foto por Zeroth (Own work) [CC-BY-SA-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons
psss, que nivel… yo puedo disfrutar la calidad literaria/ética de rand sin compartir sus ideas políticas. podría hacer usted lo mismo con silvio o galeano? imagino que no. watch this, please: http://reason.com/blog/2009/07/17/how-to-succeed-as-an-ayn-rand