Once de 28 unidades nuevas del Transmetro llegaron el sábado pasado al país procedentes de Brasil. Por ellas, los tributarios de la Municipalidad de Guatemala pagarán US$5 mil mensuales durante ocho años, a modo de leasing de cada unidad. ¡Los buses costarán Q3.8 millones cada uno! Aaaaaaaaaaaaaaah, ¡pero tendrán WiFi!
Que bien, dijo Cándido mientras meneaba su taza con atol de elote. De esa forma los ladrones podrán ver en el bus quién tiene iPhone, iPad y Laptop para luego asaltarlos entre la parada del Transmetro y sus oficinas, o sus casas, añadió y luego recapacitó: Naaaaaaaaaa, no se robarán los iPhones porque ya hay una ley contra el robo de teléfonos móviles. Sólo las iPads y las Laptops corren peligro.
Al notar que no hizo comentario alguno sobre el precio de los buses y el endeudamiento le pregunté al respecto; y Cándido contestó: ¡Hombre, tienen WiFi!
Cuando los terminemos de pagar ya no van a servir. Insisto, mejor construir un metro.
Vaya, el dios del Palacio de la Loba, tendrá asegurado el negocio, al menos 8 años mas. Y los tributarios que no usamos transmetro, estaremos condenados, al menos 8 años mas, a pagar las nuevas unidades, a pagar el subsidio que este sistema recibe, y a pagar con nuestro tiempo y energía el caótico tránsito que la reducción de los carriles ocasionó. Agreguemos el costo adicional del combustible desperdiciado por nuestros vehículos
en las incesantes colas y el de los de transporte pesado y de carga, que ha sido también afectado.