Los penitentes encabezan la procesión en la Villa de Guadalupe. Las calles de mi barrio se inundan con los aromas del incienso y el corozo; aromas que el viento se encarga de llevar y traer en compañía de las marchas que acompañan al anda.
El vídeo de abajo muestra a las cargadoras; cosa inusual porque lo tradicional es que el anda principal sea cargada sólo por hombres. Las mujeres y los niños suelen cargar las otras.
El siguiente vídeo muestra los tres bombos de la banda que acompaña a la procesión y que marcan el ritmo del paso de la misma, así como el de las marchas.
Finalmente, entre rehiletes se ve el anda principal.
La Villa de Guadalupe es un barrio muy tradicional; y en él se viven las costumbres propias de cada temporada del año. A principios del siglo XX todavía era un poblado separado de la ciudad de Guatemala y conserva su carácter de pueblo. Tiene su plaza, su mercado y su iglesia. A veces huele a leña y si uno camina por sus calles, al atardecer, la gente saluda con ese saludo propio de quienes lo hacen, no por compromiso, sino por agradar.