Con playeras de la Cooperación española -y sin duda con la autorización de burócratas y políticos locales- un grupo de trabajadores está poniendo los pisos de la foto en el parque del Tanque de la Unión, en La Antigua Guatemala.
Para los que creen que los políticos y burócratas (nacionales, o internacionales) son los mejores conservadores del patrimonio histórico y cultural este es un ejemplo que puede ponerlos a pensar. ¿Cómo no se les ocurrió poner azulejos? ¿De dónde sacaron que esos pisos de concreto coloreado son apropiados para ese parque, y para La Antigua? El tanque y el parque son de mediados del siglo XIX; ¿qué clase de pisos son estos para una obra de esta naturaleza y de aquel tiempo?
Antiguamente no todas las casas tenían facilidades para lavar la ropa; y en las poblaciones había tanques públicos de lavado a los que la gente podía acudir. Esos tanques no sólo servían para su propósito principal, sino que eran lugares de encuentro y de intercambio de información entre las usuarias -que normalmente eran mujeres-.