¡Ya hay otra ley!

Hoy el Congreso aprobó la Ley penal contra el enriquecimiento ilícito y el júbilo se siente en las redes sociales; ahora sólo falta, como dice mi amiga Dina, una ley que obligue a cumplir la ley.  La gente le dice ley anticorrupción; pero yo hace ratos que no creo en San Nicolás, ni en los Reyes.

Mira tu: la nueva normativa contiene delitos como el cohecho, el peculado y la malversación que ya existían en el Código Penal de 1972…y no se aplicaban.  ¿De dónde saca la gente que van a ser aplicados ahora…sin una ley que obligue a cumplir la ley?  La nueva normativa tipificó nuevos delitos como el testaferrato, el tráfico de influencias y el nombramiento ilegal.  Empero, ¿de dóde saca, la gente, que estos nuevos delitos van a ser aplicados, si no se aplican los que ya existen?

Lo siento…pero Santa y los Reyes no existen.

Para eliminar la corrupción, o cualquiera otro problema causado por el estatismo, lo que hay que hacer es eliminar el estatismo.  Es decir que hay que cambiar el sistema que permite que, mediante leyes específicas y concretas, haya un grupo de personas que puedan interferir en en la esfera de acción privada de otras personas; o puedan prohibir, autorizar, controlar, regular, quitar, proveer, repartir, y ejercer otras actividades de forma arbitraria, al amparo del ejercicio del poder.  La corrupción sólo termina cuando termina aquel estado de cosas.

Dicho lo anterior se que mucha gente buena estuvo comprometida con la nueva ley y se les felicita por su empeño, su dedicación y su participación cívica.  Mi sugerencia, sin embargo, es que abandonemos la creencia de que los pipoldermos van a hacer cumplir leyes que los perjudican y que minan sus fuentes de poder y de enriquecimiento.  Sugiero que abandonemos el estatismo y que cambiemos el sistema de leyes específicas y concretas, por uno de leyes generales y abstractas.  Sugiero que cambiemos el estado de legalidad, por el estado de derecho.  Sugiero que dejemos de vivir por permiso y que empecemos a aprender a vivir por derecho.  Sugiero que abandonemos el estatismo.

La ilustración la tomé de Taxation is Theft.

Comments

comments

Comments are closed.