Julio Saquil Xicol irrumpió en la escuela de San Juan, Tactic, Alta Verpaz, y asesinó a sangre fría a una niña de 8 años, luego de abusar sexualmente de ella. Acto seguido mató a un niño de 13; y luego los pobladores de aquel municipio lo vapulearon y lo quemaron vivo en el patio del mismo centro de enseñanza. Eso ocurrió ayer, 12 de septiembre.
Unos días antes, el 5 de septiembre, una niña de 13 años apareció muerta, en Chinautla; y otra de 3 fue herida, en el cuello y con un cuchillo, en Canalitos. La adolecente apareció desnuda, atada de pies y manos, y con un tiro en la frente.
El sábado 1 de septiembre Toribia Arceño Pérez salió a buscar a sus hijas Karen Paola y Jéssica Noemí Lima Arceño, de 14 y 15 años. Las adolescentes fueron a una fiesta en el salón comunal de El Pajón, Santa Catarina Pinula, pero no regresaron a la casa. Los cadáveres de las tres fueron encontrados en un pozo ciego. La cabeza de la mujer estaba cercenada y desfigurada, y había una mano izquierda en una bolsa plástica.
El jueves 30 de agosto, la relatora de la ONU sobre la venta de niños, prostitución y pornografía infantil llamó la atención sobre la tolerancia que hay hacia la violencia contra las niñas.
Ese mismo día el cuerpo de una niña, que había sido raptada, fue encontrado sin vida en Villa Nueva.
¿Y en qué es que están ocupados los pipoldermos? En promover una reforma constitucional antitécnica, inoportuna, ilegítima e impopular. ¿Qué otra cosa ocupa el tiempo, las energías y el talento de los pipoldermos? La elaboración de un plan para proveer con seguridad, de parte de la Policía Nacional Civil…a los 158 diputados del Congreso. Si no me crees -porque esto último parece un mal chiste- haz clic aquí.
Es impresionante las barbaries que escorias sociales pueden llegar cometer con la “tranquilidad” que despliega un estado de derecho deficiente. Ninguna de los acontecimientos deberían haberse dado.