Querer es poder…¿historias de horror?

Cuando yo estaba en Segundo básico, mi amigo Ricardo y yo caminábamos del colegio a la Avenida de la Reforma con el propósito de tomar la camioneta 2, con rumbo al Norte. En el camino nos fumábamos un cigarrillo y compartíamos una botellita -de esas que dan en los aviones- con algún licor. El bar de mi casa y el de la suya estaban bien provistos; así que dispusimos probar distintos licores. Así conocí el Cassis, el Anís del mono, una variedad de pluses y otros. Fue divertido y fue una fase. Y amplie mi cultura de bebidas.

Como no me gustaba fumar dejé esa práctica; y cuándo terminamos de probar los licores que había en nuestras casas, dejamos de hacerlo. Total…el propósito ya estaba cumplido: los habíamos probado y ya sabíamos cuáles nos habían gustado y cuáles no.

But that was then…and this is now.

Hoy leo que en muchas escuelas de los Estados Unidos de América muchos niños y niñas usan tampones remojados en vodka para marearse, sin darse color por el aliento y sin ser detectados. Así, el alcohol entra directo a la sangre. Esto ocurre en el país que es paladín no sólo de la guerra perdida contra las drogas, sino de la prohibición de que el licor esté a disposición de los menores.

¿Te extrañó eso? ¿Qué tal esto otro?

Hoy leo, también, que seis patojos llegaron a la sala de un hospital -en un período de pocos meses- debido a que se envenenaron al beber líquido para desinfectar las manos. Los chicos usan sal para separar el alcohol del desinfectante y así elaboran una bebida potente. Aunque sólo son unos pocos casos…¿es, esta, una tendencia?

Ahora me pregunto: El vodka ya está prohibido para los menores. ¿Habrá que prohibir los tampones? ¿Habrá que prohibir la venta de desinfectantes para manos y la sal para menores? ¿Qué tal si se les prohibe el acceso a la Internet, de donde obtienen la información para destilar el desinfectante? Si los jóvenes tuvieran acceso razonable a licor…¿tendrían necesidad, o ganas, de hacer algo tan marginal como meterse tampones, o destilar desinfectante?

A la larga, si los jóvenes quieren conseguir licor, drogas…o lo que sea, querer es poder. El uso de tampones remojados en vodka y el uso de desinfectante para embriagarse…¿tendrá alguna relación con la poca, o ninguna cultural alcohólica que los jóvenes estadounidenses reciben en sus hogares? La curiosidad por el alcohol, ¿será de la misma naturaleza en sociedades en las que el consumo prudente de alcohol es parte de la vida civilizada, que en aquellas en las que es cosa del diablo? ¿Qué podemos aprender de estos casos, en el contexto del consumo de drogas?

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