A mediados del año pasado, en Quiché, un cuate y su equipo, que estudiaba arquitectura, en la Universidad de San Carlos, por poco y es linchado por un grupo de gente que los rodeó y amenazó. Mi cuate y su equipo habían ido al lugar como parte de sus estudios, a arreglar una especie de salón comunitario por encargo del alcalde. Y cuando estaban domando medidas y qué se yo, fueron cercados e intimidados.
De esto me acordé cuando leí que 12 periodistas extranjeros y guatemaltecos que filmaban un documental sobre la flora y fauna de Uspantán, para el canal NatGeo, fueron retenidos durante 12 horas por pobladores de Santa María Saraguate, del citado municipio de Quiché. Luego fueron liberados, con intervención de las autoridades.
El caso de mi cuate y el de este equipo de televisión no es único. Por lo que me contaron después del incidente de mi cuate, en el Occidente del país muchos equipos de expertos, ingenieros, arqueólogos y otros son perseguidos y amenazados. La dirigencia popular ha creado un ambiente de paranoia que puede degenerar en violencia y en pérdida de vidas.
Una vez más, la dirigencia popular demuestra su irresponsabilidad y su falta de respeto a la vida y a la dignidad de las personas. Todo lo que les importa es su revolución.
Mientras que el INGUAT gasta fortunas en propaganda para convencer a los extranjeros de que Guatemala es un país maravilloso para el turismo…¿cuánto le cuesta, a la dirigencia popular organizar acciones como las de NatGeo?
