Cuando los maestros aplaudieron el concepto de educación gratuita, cacareado por la Administración de Los Colom/Espada, lo que no sabían es que -como no hay tal cosa como un almuerzo gratis- ellos la iban a tener que pagar.
Ayer, el Ministro de Finanzas reconoció que el Ministerio de Educación dejó fuera del proyecto de presupuesto para 2012 no se previó el incremento salarial que Alvaro Santa Clos Colom y Joviel Acevedo pactaron para los maestros.
Pobrecitos los burócratas de la educación a quienes Santa Clos y su máximo dirigente les tomaron el pelo. La cuestión, sin embargo, es ¿por qué? ¿Por qué es que Acevedo organiza manifestaciones y presiona para conseguir promesas que el la Administración no va a cumplir? ¿Por qué es que la Administración tolera los desmanes de los burócratas de la educación y les hace promesas que no va a cumplir? ¿Por qué es que los maestros del estado aceptan pactos y promesas que saben que nadie va a cumplir?
Con un palmo de narices en sus haberes, los maestros estatales a duras penas y trabajan alguito. A pocos días de que finalice el ciclo escolar el proceso de enseñanza aprendizaje se vio interrumpido en al menos una tercera parte, según estimaciones de analistas que incluso se atreven a mencionar porcentajes más altos. Es decir que, de cada 100 días de clases, los burócratas de la educación sólo cumplieron con 66 (eso sí, gratuitas). Un analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales señaló que, según estimaciones de esta entidad, los escolares habrían perdido el 50% de los 180 días hábiles de clases; lo cual ha influido negativamente en la educación de miles de niños. Según esa perspectiva, de 180 días de clases (¡gratuitas!), los niños sólo habrían recibido 90.
¿A qué propósito sierve todo este desmadre?
Y del tiempo de clases recibido, lo han hecho en su mayoría, con maestros de pésima calidad.
Ni siquiera de mala calidad, sino pésima. En el área rural, conozco a muchos que hablan con palabras como: “haiga”, “oseyase”, que no saben quien fue Miguel Ángel Asturias, o que creen que el Congreso de la República es una dependencia del Organismo Ejecutivo, no saben cuantos departamentos tiene el país y que consideran que el 15 de septiembre es el día del patrono de Guatemala y por eso se celebra.
De estos “maistros” que conozco, casi la totalidad no sabe usar una computadora, ni les interesa, a pesar de que el Ministerio de Educación les facilitó algunas, ellos se dedicaron a venderlas.
Estoy hablando de los que van a “tratar” de compartir los pocos o nulos conocimientos que tienen, otra buena parte, prefiere salir de sus escuelas temprano, para ir a atender sus puestos en los mercados, porque “eso les da mas dinero”.
El maestro del área urbana, dista mucho del maestro de la capital, desde el nivel académico que posee, hasta su calidad como persona.
En conclusión, “cada quien recibe de forma proporcional a lo que ha pagado”
[…] 11, 2011 | Leave a Comment Los maestros chapines no sólo son víctimas de su propia dirigencia gremial; también son víctimas de otro tipo de […]