El estado niñera no conoce límites. Primero fue el tabaco, ahora es la sal, ¿qué vendrá luego? ¿El azúcar, o la grasa?
El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires firmó un acuerdo con los restaurantes para retirar los saleros de las mesas de aquellos establecimientos. La iniciativa, que es parte del Programa de Hipertensión Arterial, apunta a reducir el consumo de este mineral en la población, ya que su excesiva ingestión tiene relación directa con este problema que, a su vez, es el responsable de la mayoría de las enfermedades cardiovasculares. En poco tiempo, los interesados en sumar sal a sus comidas deberán pedírsela especialmente al mesero
La cartera también acordó con la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afine llevar adelante una campaña en las panaderías del distrito para promover que en la receta del pan se reduzca el contenido de sal.
¿Cuánto tiempo pasará antes de que los políticos socialistas y sus burócratas nos digan exactemente qué podemos comer y qué no y en qué cantidades?
En Ecuador, el estado niñera también está activo: El Servicio de Rentas Internas propuso un aumento de los impuestos a los cigarrillos, licores y vehículos, que permitirían recaudar unos 200 millones de dólares, informó este martes el director de ese organismo, Carlos Marx Carrasco. El funcionario señaló que debemos hacer algo para detener al modelo de vida destructor del otrora planeta azul … este conjunto de impuestos tiene una proyección y un carácter ambientalista… y todo estaría destinado a la cobertura de gastos de salud pública.
La foto la tomé de aquí.
Y dale con lo del tabaco. Esa prohibición es una de los pocos aciertos de nuestros gobernantes. No por los fumadores… Cada quien que haga lo que le de la gana con su cuerpo y con su salud, pero por los no fumadores, que tenían antes que andar soportando el no solo repulsivo sino dañino humo de los fumadores. Bravo por las leyes contra el tabaquismo en lugares públicos!
Ahora con lo de la sal y la grasa, totalmente de acuerdo. Nuevamente, que cada quien haga lo que quiera con su salud. Y además, los cardiólogos necesitamos pacientes!