Negociando posiciones, en vez de principios

Este martes, la administración socialdemócrata de Los Colom intentará que, en el Congreso, se discutan los impuestos y el endeudamiento con el que quieren cargar a los guatemaltecos. Y, mientras, tanto, los grupos de interés que pueden están negociando posiciones, en vez de defender principios.

Hoy, por ejemplo, leemos que el Comité Coordinador ha sugerido un impuesto sobre los depósitos en efectivo de montos grandes, para depósitos que excedan los Q15 ó Q25 mil. Lo de montos grandes, por cierto, da algo en que pensar; porque a la luz de la pérdida de valor adquisitivo de la moneda, las cifras citadas no son exactamente montos grandes.
Da que pensar, también, que la idea es que se le pretende colocar un tributo al sector informal, mientras que este formaliza sus actividades y paga otros impuestos. Tan absurda pretensión no tiene pies ni cabeza porque, precisamente, la gracia de ser informal es no pagar impuestos, ni atenerse a los requisitos burocráticos. ¿De dónde saca esta gente que los informales van a resignarse a pagar un impuesto temporal mientras los publicanos inventan una forma más eficiente para clavarlos?
Con esta idea, el CACIF echa a los leones a las gentes de los mercados y a otros grupos informales; le tira un hueso a la rapiña de Los Colom y no resuelve el problema fiscal. Lo que hace es negociar posiciones, en vez de defender principios. Los impuestos con dedicatoria son antitécnicos, son ineficientes, son injustos. Es cierto que todos deberían pagar impuestos; pero no con dedicatoria, sino impuestos iguales para todos, y neutros.

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  1. No soy fan del CACIF. Estoy de acuerdo contigo en que son defensores de posiciones (las de las grandes empresas) y no de principios. Pero este impuesto sobre depósitos grandes en efectivo me pareció una buena idea porque va encaminado a obligar a que la informalidad tribute o al menos a incrementarle sus costos y riesgos. No es sostenible un sistema donde solo una cuarta parte de la población sostiene al Estado, y las tres cuartas partes restantes exigiendo más prebendas y servicios públicos a costillas de los mismos. No es sostenible seguir subiendo las tasas de los formales porque, aparte de injusto, solo se desincentiva la inversión formal. Además sabemos que este gobierno nunca va a echarse el trago político de someter a los informales con medidas punitivas, así que este impuesto me pareció una solución imperfecta pero superior al incremento de tasas de Colom-Torres.

  2. Es bien peligroso el impuesto, pues muchas "industrias" locales trabajan con pagos en efectivo por el tipo de producto que crean. Imaginen: 1. Tornillos, clavos, etc. se compra una libra de clavos por Q5.00… se venden 1000 libras al día en Cemaco, Novex y otras… el pago en efectivo y el impuesto le cae al "formal"… 2. Restaurantes… las cadenas internacionales y nacionales… reciben miles de compras en efectivo de gente que compra algo, un helado, una coca-cola, un pan… el impuesto "al formal"…Y así puedo seguir… El impuesto es una tontería, sin pies ni cabeza y sigue con la tradición del Cacif de pensar en cómo seguir manteniendo sus privilegios mientras evita mayor apertura, transparencia y propuestas sensatas.Saludos,