Algo sobre las células madre
Celebro que Barack Obama haya anulado la prohibición contra el financiemiento federal para la investigación sobre células madre embrionarias; veto que había sido impuesto por su antecesor George W. Bush.
Lo celebro, no por el hecho de que dinero ajeno tomado por la fuerza pueda ser políticamente reasignado a esta causa en particular; cosa que -como el fin no justifica los medios- es moralmente inaceptable. Lo celebro porque abre una avenida muy importante para la investigación científica y el avance de la medicina; y porque abre el debate necesario sobre la moralidad del uso de embriones para aquellas investigaciones y aquellos avances.
Así, a grandes rasgos, yo comparto la idea de que un embrión es vida potencial; pero no es vida propiamente. Y, desde esa perspectiva, la investigación acerca de las células madre embrionarias es una opción éticamente respetable para ofrecerle esperanzas a miles y miles de vidas reales que están amenazadas por enfermedades que podrían ser tratables y evitables gracias a estas nuevas posibilidades médicas.
Digamos que un embrión si es vida humana potencial, pero que no es un ser humano como tal, como ciertos sectores católicos y funtamentalistas cristianos proponen, toda vez que sostienen que existe un ser humano desde su concepción, contra toda evidencia científica y contra lo que San Agustín señalaba acerca del hileomorfismo y el momento en que Dios insufla de alma humana a una potencial vida humana. Felicidades Mister Obama (Alejandro Monzón)
A vos te tendrían que haber utilizado para fines científicos cuando eras un embrión.Leo
¡Sancta Simplicitas!(Alejandro Monzón)
@Luis: “El fin no justifica los medios”. Precisamente ese es el problema. Aunque el fin de la investigación con células madre es indiscutiblemente bueno, el hecho de utilizar embriones como si fueran alimentos refrigerados no puede tener justificación. SON SERES HUMANOS. Decís que “no es vida propiamente”… basado en qué? En que un embrión no puede valerse por si mismo? Entonces un bebé de un mes, o de un año, o de tres años tampoco es vida. Lo único que cambia es el grado de dependencia. Claro que un embrión es vida! Tan es vida, que de allí quieren sacar medios para prolongar o mejorar la vida de otras personas. Toda vida merece respeto. @Alejandro: “sostienen que existe un ser humano desde su concepción, contra toda evidencia científica”. Y qué evidencia científica será esa? La evidencia científica que yo conozco, dice que un embrión tiene todita la información genética de un ser humano, con sus defectos, aptitudes, enfermedades muchas veces, etc…. eso ES un ser humano, no en potencia, sino en formación.@Leo: 🙂
Vamos, si no distinguen entre vida potencial y vida real, esta conversaciòn no va para ningùn lado; y no se vale salir con el argumento del alma porque eso es un non sequitur.Es potencial porque con toda la informaciòn genètica que tenga, un embriòn, sin la madre, no puede “vivir”. Un feto es otra cosa; pero aquì estamos hablando de embriones.A Leo, el anònimo, lo puse para mostrar -como si hiciera falta- la clase de “argumentos” que sobran en una conversaciòn seria sobre el tema.Animo!!
Y cuántos fetos has visto viviendo sin su madre?
Se ven más de 6 o 7 meses, que de 6 o 7 semanas.
Usted dice: “…yo comparto la idea de que un embrión es vida potencial; pero no es vida propiamente.” ¿Con quién comparte esta idea? Semejante cosa amerita revelar la fuente. Es que para algo de tan crucial importancia, la honestidad exige decir bastante más. Un embrión humano es un ser humano pequeñito y muy jovencito, lo que está comprobado científicamente con el hecho de la posibilidad de la clonación. Para cosas tan graves como esta no basta decir que uno “comparte ideas” como justificación. Creo yo….Por cierto, ingresé otro comentario que no aparece…
Hola. Para lo de la fuente puede revisar la página 6 del número de octubre de 1968 de The Objectivist; el artículo se llama Of Living Death. Hay otra referencia en las páginas 2 y 3 del número IV de The Ayn Rand Letter. En ambos artículos hay argumentación abundante. Ambos los puede encontrar en la Biblioteca Ludwig von Mises de la UFM. El catálogo está en línea en http://www.biblioteca.ufm.eduLamento que un cometario suyo se me haya pasado; pero aveces cometo teclazos. Pásemelo de nuevo y se lo publico.En realidad los únicos comentarios que no publico deliberadamente son los insultos para mis amigos y familiares, y los comentarios anónimos. Usted entenderá por qué y la explicación está sobre el espacio. Por cierto que en esta entrada publiqué un anónimo hostil, sólo para evidenciar la mala calidad de diálogo que ofrecen algunos participantes.
Luis, mire, es imposible que haya una posición, aún la más disparatada, para lo que no se encuentre “abundante argumentación” en muchos lados. Si uno basa un aserto de tanta gravedad en una “idea que comparte”, esa idea compartida debe surgir ya sea de la autoridad de la fuente sobre esa materia grave o de una prueba científica. Y las publicaciones que refiere no llenan estos requisitos. Le comento que una comisión del congreso de EE UU convocó a varias autoridades científicas mundiales en medicina, biología y genética, incluido al llamado “padre de la genética moderna”, Jerome Leujeune. Todos los científicos dijeron que la vida humana, no potencial, sino que vida humana real comenzaba en el momento de la concepción… Jamás volvieron a consultar a los científicos, ni aún en la era de la ciencia, porque los hechos reales le hacían estorbo a los intereses políticos. Si quiere le consigo la referencia exacta y las palabras de los científicos. Yo le sugiero que revise su posición sobre este tema. Yo revisaré la mia cuando me lo pida alguien con una base científica superior a la de Lerome Jejeune, el descubridor del gen del síndrome de Down y, como le dije “padre de la genética moderna”.
Vea Alejandro, vida es mucho más que existencia; y mucho más que meras funciones biológicas en el sentido de que mis células existen, tienen funciones biológicas y no están “vivas”. ¡Yo, sí estoy vivo!, pero mis estómago, y mi corazón no están “vivos”, aunque estén funcionando. En ese sentido, un embrión, digamos que de 4 semanas, no está “vivo”. Tiene funciones biológicas, pero no está vivo. Por cierto que, cuando era adolescente me impresionaban los argumentos “ad verecundiam”; pero ahora ya no.