Wachik´aj, ProReforma y el tema de la edad

En los siguientes párrafos, la lastimosa crítica que el blog Wachik´aj, le hace a ProReforma hace gala de toda su miseria superficial.

Dice, el autor de W, que “sobre lo bicameral para asegurar un senado conservador de mayores de 45 años, vitalicio, y que sólo lo elijan los ciudadanos mayores de 45 años… Entonces tendríamos dos tipos de ciudadanía. ¿Acaso yo, con 26 años, que trabajo, estudio, pago impuestos, hago propuestas, fiscalizo, soy menos ciudadano que un tipo de 45 años que no paga impuestos ni hace propuestas ni fiscaliza? ¿Por qué, si somos iguales ante la ley, vamos a ser diferentes en derechos? Si yo cumplo con mis obligaciones como ciudadano debería tener los mismos derechos que todos los demás ciudadanos (como poder elegir y ser electo). Además que ponen requisitos vacíos para optar a ser senador como tener buena reputación. ¿Qué es tener buena reputación? ¿Ser neoliberal y evadir o eludir impuestos, o ser competitivo a costa de pagar malos salarios a sus trabajadores? Yo no metería las manos al fuego por todos mis colegas columnistas o periodistas o internacionalistas. No sé si ProReforma metería las manos al fuego por todos los empresarios y agentes de mercado”.

Yo de verdad sospecho que Martín ni siquiera leyó la propuesta de ProReforma. Eso explica la falta de profundidad en sus comentarios, y explica los descuidos en los que incurre. Explica, también, sus imprecisiones. Por ejemplo: W afirma que ProReforma propone que los senadores sean mayores de 45 años y que sean electos por ciudadanos mayores de 45 años. Eso no es cierto y se comprueba de forma sencilla: el texto dice que los senadores serán electos en el año en que cumplan 50 años, por sus coetáneos. Perdone usted, pero 50, no es lo mismo que 45; y si Martín fuera más cuidadoso con sus lecturas y sus juicios, se habría dado cuenta. Es cierto que son sólo 5 años de diferencia, pero uno espera que un bloguero y columnista de la talla del autor de W sea capaz de notar esos detalles.

Claro que si le dedicó 5 años de su vida a leer obras de Ludwig von Mises y de otros autores liberales; y aún así es capaz de escribir el apellido del filósofo austriaco con dos letras S, ¿por qué no iba a cometer la ligereza de confundir 45 con 50?

Dice W que los senadores serán vitalicios; ¡y miente! Miente porque está clarísimo, que la propuesta dice que su período será de 15 años y que habrán de retirarse a los 65.

El resto del comentario es un desfile de falacias y de juicios inconexos. Martín supone que porque el senado esté integrado por gente de cierta edad, necesariamente va a ser conservador; y dicha apreciación no es sino un disparate. Martín generaliza demasiado y pinta con una brocha demasiado gorda; y creo que subestima a sus lectores.

Acto seguido, espeta una pregunta que no tiene pies ni cabeza: “¿Acaso yo, con 26 años, que trabajo, estudio, pago impuestos, hago propuestas, fiscalizo, soy menos ciudadano que un tipo de 45 años que no paga impuestos ni hace propuestas ni fiscaliza?”. Para comenzar, compara peras con manzanas. El ciudadano virtuoso de 26, debe ser comparado con un ciudadano virtuoso de 50 (no de 45); porque si no es así, la comparación es inválida y el tema de la edad es inatingente. Esto es porque si comparamos a un ciudadano cívicamente virtuoso, con uno que supuestamente no lo es; lo que tiene importancia es la virtud cívica, y no la edad. Es una falacia muy rudimentaria la que ha elaborado Martín; y yo diría que está confiando demasiado en la paciencia que le tienen sus lectores.

Por otro lado, ¡Ya existen límites de edad para ciertos puestos públicos! ¿Por qué le escandaliza el tema al autor de W? Para ser Presidente de la república se debe ser mayor de 40 años y para ser ministro hay que ser mayor de 30; y si Martín fuera un poquito más serio, debería estar clamando contra aquellos límites. Pero eso es mucho pedir.

El autor de W se ahoga en un vaso con agua por este tema de la edad; por eso, veámoslo en una dimensión más ponderada. A sus 26 años y siendo un ciudadano ejemplar, Martín podría ser diputado y podría ser alcalde; y a los 30 podría ser ministro y así podría construir su carrera política para presidir la república, o para ser senador. De todos los altos puestos públicos de elección –y de nombramiento–que están disponibles; ¡sólo dos tienen requisitos de edad! ¿Cuál es el alboroto? ¿Dónde está la negación de sus derechos?

Lo de la edad, además, tiene una buena razón: a los 50 las personas ya han vivido y hecho lo suficiente como para que se noten sus verdaderos colores. A esa edad, sus coetáneos y sus prójimos ya saben si alguien es un pícaro, o no; ya saben si ha sido productivo, o no; ya saben si es digno de confianza, o no. Ya conocen su desempeño cívico, si es que lo ha tenido. Yo sé bien a quiénes de mi generación me gustaría elegir para senadores; y se bien a quienes no les encargaría nada. Y luego no hay discriminación alguna, porque todos los que lleguen a 50 años de edad tendrán oportunidad de elegir senadores, sin distinción de sexo, etnia, posición económica, ni nada de eso.

En W, su autor se alborota porque los candidatos a senadores deban ser de buena reputación. Y yo creo que, honradamente, es mejor un candidato con buena reputación entre la gente de su edad; que uno que tenga mala reputación. ¿Usted que cree? Entre la gente que usted conoce, y que pudiera llegar al senado, ¿a quién elegiría, a uno con buena reputación, o a uno con mala reputación? Yo no sé usted, pero cuando leo estas críticas de Martín, pienso que de verdad no se pone serio. Y además, ¿quién mejor que los de la generación de uno, para conocer las ejecutorias y la reputación de uno?

Y hágame usted el favor, las últimas líneas del párrafo no aguantan la más mínima prueba de lógica. En inglés, la palabra sophomoric se refiere a una argumentación arrogante, pero carente de información, o inmadura; muy parecida a las críticas de W. ¿A qué viene eso de que “yo no metería las manos al fuego por todos mis colegas columnistas o periodistas o internacionalistas. No sé si ProReforma metería las manos al fuego por todos los empresarios y agentes de mercado?” ¿Qué tiene que ver eso con nada? ¿Dónde habla ProReforma de columnistas, periodistas, internacionalistas, empresarios y agentes de mercado? ¿Estábamos hablando de edad, o no? ¿Por qué es este brinco súbito? Es como lo de los liberales, la competitividad y los impuestos; ¿a qué viene todo eso? Yo digo que esta línea de argumentación: imprecisa, llena de falacias, falta de lógica, desordenada, viceral y forzada, es sophomoric.

De verdad hubiera querido, yo, una buena discusión sobre la distinción entre leyes como normas generales y abstractas; y legislación como reglamentos específicos y concretos. Hubiera querido saber qué opina alguien con las credenciales del autor de W, acerca de por qué es que el senado debería ocuparse de las primeras, y el congreso debería hacerlo de las segundas. Pero de eso, que es de fondo: niente.

Yo digo que, ProReforma merece menos discursos de barricada y una discusión más profunda y seria. Digo que si el autor de W no tiene una propuesta (aunque asegure que las hace), sus críticas serían muy valoradas, si por lo menos tuvieran que ver con lo que está criticando. Serían más valiosas si leyera y entendiera lo que está criticando.

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  1. Me parece interesante la propuesta de proreforma. Todavía no estoy a favor ni en contra. Creo que al entenderla tampoco estaré 100% de acuerdo ni en contra de todo. Aclaro que no la he leido ni creo que la lea en el corto plazo. Realmente me intereso mas por discusiones al respecto del tema que por el texto ya que me parece mas interesante.Creo tambien que elegir a personas por 15 años es demasiado tiempo. Considero que todos tenemos derecho a elegir a quienes nos gobiernan, tengamos 30 o 50 años.Creo y sé que hay gente de 30 años corrupta e incapaz… y se tambien que la hay de 50 años y de más. el hecho de que solo personas de mas de 50 años puedan votar no nos asgura que tomen una buena decision. Conocí varios abuelos que todavía añoraban los tiempos de Ubico… Así que la formula no es la edad. Tampoco el grado academico, porque en las facultades tambien escojen malos lideres, tampoco lo asegura la clase social, ni la raza.. entonces… si de todas maneras no existe un grupo con capacidad de decidir que es lo bueno o malo para todos… que votemos todos!

  2. Felicitaciones por su blog. Me parece muy bien que aclare los puntos que Martin habla en su blog, yo le envie mis puntos de vista sin ninguna falta de respeto a W y ni siquiera los publicó, eso me da una idea de el tipo de persona que es, es mas, nunca mas leere el blog W, eso es una perdida de tiempo. Que bueno fuera que las personas que leen a W tambien se tomen el tiempo de leerlo a usted para aclarar su mente porque con el relajo que W hace, ni el se entiende. Yo ya firme y claro, se que no es perfecta, pero al menos es la unica propuesta coherente que encuentro para sacarnos de esta oscuridad en que esta Guate. Felicito a los de proreforma porque al menos tienen iniciativa y no ideas tan ridiculas que no tienen fundamento.

  3. Me surgen algunas interrogantes.¿Que se toma en cuenta para decir que alguien tiene buena reputación?, al menos 3 ejemplos objetivos (aqui no debiera caber la subjetividad)Con la esperanza de vida que existe en el país, es cada vez mas difícil pensar que se puede alcanzar los 65 años, muchos mueren asesinados antes de los 30, entonces ¿de donde sale “50 años” para determinar que es la edad ideal, porque no 45 ó 55, por ejemplo?No es ningún secreto los errores y fallas que llevaron a McCain a perder las elecciones a favor de Obama y una que pesó muchísimo fue una declaración de McCain, donde afirmó que el “nunca” usa el correo electrónico, si se ve en la necesidad de mandar un mensaje, lo hace a través de su secretaria.Todo lo contrario al caso de Obama en el que el uso de internet, a través de las redes sociales, páginas web, correos electrónicos y el uso de otras tecnologías como los mensajes de texto, le aseguraron un buen porcentaje de electores que al final decidieron el resultado.El público estadounidense se escandalizó ante la declaración de McCain, ellos eligieron a un presidente “moderno”, “actual”, que anda con su “blackberry” en mano y que no es ajeno a los avances en tecnología.Entonces ¿cuantas personas de la edad propuesta, están en capacidad de estar al día en los avances tecnológicos? y sobre todo mas que capacidad, ¿cuantos tienen esa buena voluntad de aprender mas, de ver hacia el futuro, de no ser renuentes al cambio?Si nos basamos en el momento actual que vivimos, donde diputados no usan sus “laptops” ni aprenden a usarlas, donde no hay una sola pagina web funcional de parte del gobierno, en ninguna de todas las instituciones y niveles estatales, donde se pretende “censurar” bajo el cargo de “terrorismo financiero”, los correos electrónicos, entonces es fácil adivinar la respuesta a la pregunta anterior.Finalmente,¿Cuál es la edad promedio de las personas que redactaron estas propuestas?, ¿hay alguien menor de 30 años o de 40?¿Porqué la página web de proreforma, no publica las “hojas de vida” de las personas que aparecen como fundadores o directivos?, quizá si se conociera la forma en la que estas personas han aportado a la sociedad, desde su entorno social, sería mas fácil apoyar la propuesta o no. El conocimiento es poder y entre menos se conoce menos poder se tiene para decidir, espero que no se aplique esta formula a la propuesta.En general, me parece interesante, estoy leyendo todo lo que puedo al respecto y comparo todas las opiniones que he encontrado, a fin de formar la mia, sin embargo, esta serie de artículos han sido bastante interesantes, en cuanto a la motivación que generan para comprender mejor la propuesta, que por el momento eso es nada mas, una propuesta.Saludos.

  4. Gracias Luis, muy enriquecedora tu columna.

  5. Gracias Muchá, buenas observaciones. Haré un post al respecto basándome en las preguntas de Pepe para tratar seguir la conversación. Saludos