He dicho que me gustan las discusiones racionales y apasionadas; y en respuesta, un anonimista que firma como Filósofo, asegura que cómo puede haber discusiones racionales con apasionamiento eso es absurdo. Desde el momento que una discusion toma pasión (sentimientos) deja de ser objetiva. Es influenciada por la pasión y deja atrás el argumento válido. Esto lo puede ver usted en la entrada titulada S@kis se pegó un patinón.
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Y sostengo que el anonimista está equivocado. El apasionamiento, por cierto, no es un sentimiento; ya que un sentimiento es un estado de ánimo afligido por algo triste y doloroso; en tanto que la pasión -aunque tiene que ver con un padecimiento- también es una afición vehemente. En el contexto de mi propuesta, me gustan las discusiones racionales y vehementes o expresadas con viveza e ímpetu.
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El anonimista toca, sin embargo, un punto que vale la pena explorar con detenimiento. El de la creencia de que la razón y las emociones no son compatibles, o que son excluyentes. Como si la razón tuviera que ser fría, y los sentimientos tuvieran que ser calientitos y peluditos. Como si no hubiera una relación de causalidad entre ambas.
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Las emociones, sin embargo, son los resultados automáticos de los juicios de valor de las personas, integrados por su inconsciente. Las emociones son estimados acerca de aquello que anima los valores de las personas, o de aquello que los amenaza; son estimaciones de aquello que lo beneficia, o lo perjudica. Ya que las personas no traen valores automáticamente, debido a que no tienen ideas innatas, pues así es como no pueden tener juicios de valor automáticos.
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Ayn Rand, en The Objectivist Ethics, de The Virtue of Selfishness, explica claramente esta relación directa que hay entre la razón y las emociones tales como la viveza, el ímpetu o la vehemencia-; relación que podría haber en una discusión racional.
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Explica, ella, que ya que el trabajo de la mente de las personas no es automático, sus valores, así como sus premisas, son el producto ya sea de su pensamiento, o de sus evasiones: las personas eligen sus valores por medio de un proceso de pensamiento -o las aceptan por default, mediante asociaciones inconscientes, mediante la fe, o mediante la autoridad de otros, mediante alguna forma de osmosis social, o por imitación ciega. Las emociones son producidas por las premisas de las personas -sostenidas consciente, o inconscientemente- explicita, o implicitamete.
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En resumen, las emociones son respuestas automáticas sobre personas, cosas, o ideas que ya hemos razonado antes. De ahí que no necesariamente haya divorcio entre razón y emoción.
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This entry was posted on lunes, noviembre 10th, 2008 at 10:48 pm and is filed under Ayn Rand, Razón.
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