La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y los investigadores del caso de la muerte de Víctor Rivera, ex asesor de Gobernación, que fuera asesinado el 7 de abril de 2008, determinarion que no se ha logrado mayor avance en las pesquisas, debido a que se perdieron pruebas fundamentales del proceso.
¿Es posible tanta ineptitud? ¿Es ineptitud, o es…otra cosa?
Ahora lea esto:
Josué William López , detenido en la escena del crimen contra Lucila Martínez , rectora del centro preventivo para mujeres Santa Teresa, salió libre , después de haber pagado Q500 ($67) de fianza. López es miembro de una pandilla, y el sábado último fue aprehendido cuando portaba un arma de fuego calibre 9 mm, la cual había sido disparada en cuatro oportunidades y era similar a la que fue usada en el asesinato de esa funcionaria de Presidios.
Técnicamente no es que haya sido liberado. La fianza es una medida precautoria cuyo monto asegura que el encartado no va a huir debido al interés por aclarar su situacion jurídica y para recuperar el monto de la fianza. Sin embargo…a un marero acusado de asesinato, ¿cuánto cree usted que le importa perder Q500? ¿Regresará a juicio, o desaparecerá? ¡Ojalá que algún medio de comunicación le de seguimiento a este caso!
¿Se da, usted cuenta?
Creo que la prensa independiente ha estado demasiado concentrada en la corrupción y en la ineptitud que hay en el Organismo Legislativo; y estoy seguro de que si hubiera más investigación periodística en el Ministerio Público, en el Organismo Judicial, y en el Organismo Ejecutivo, se hallarían escándalos que pararían el pelo.
La raíz del problema de la inseguridad ciudadana, sin embargo, se halla bien descrita en un artículo de Paul Johnson (Modern Times), que fue publicado en Forbes.com (09.01.08) “What should government do? I am tempted to write: As little as possible. But this is not true. There are times when government should do a lot in certain areas–but these areas are few. I used to say to Prime Minister Margaret Thatcher: There are three things a government must handle, for no one else can: external defense, internal order and maintaining an honest currency. She was impressed by this dictum, to the point that she opened her capacious handbag, took out her pen–along with the notebook she kept for such purposes–and wrote it down. I added: Of course, a government can–and occasionally ought to–do all kinds of things. But the more additional things it takes on, the more likely it is that it will neglect the three musts“.