Con el fin de las lluvias, y el inicio de los vientos de fin de año, empieza la temporada de barriletes en Guatemala. Este hombre lleva unos hermosos. Los redondos y octagonales, tan tradicionales, están abajo a su derecha; mientras que en las manos lleva unos más elaborados.
Aquí se hacen con cañitas de bambú y con papel de china colorido. Las colas se le hacen con papel periódico, o con trapo, dependiendo del tamaño del barrilete.
Yo solía volar barrilete cuando vivía en la casa de mis padres y cerca de ahí había un campo abierto, muy propicio para ese juego. ¡Tuve uno que me duró tres años!
Mi historia favorita con los barriletes tiene que ver con su nombre. En otros países se les llama cometas o papalotes; y en la República Dominicana, por ejemplo, se les dice chichiguas. Ahora bien, aquí, en Guatemala, las chichiguas eran las nodrizas indígenas de la villa de Mixco que, hasta temprano en el siglo XX, venían a amamantar a niños de la ciudad de Guatemala cuyas madres no podían, o no querían, darles el pecho.
De ahí la frase mi hermano de leche, para referirse a aquellos con los que se había compartido el pecho.
creo que en el salvador les dicen cubiletes a los barriletes
[…] para ellos gobernar es gravar para gastar? ¿Veremos los impuestos a los teléfonos móviles, los barriletes y los colochos de […]
[…] luego del fiambre, terminamos en el tejado de mi casa volando un barrilete que cayó allí. Yo tenía…desde…quizás desde principios de los años 80 de no volar […]