Marcado de por vida por el Carnaval

Hay cosas que lo marcan a uno en la vida y episodios de la infancia de los cuales uno no puede escapar. Este, es uno de ellos:

Cuando mis jóvenes padres viajaban -o andaban de parranda- mi hermano, Juan Carlos y yo ibamos a vivir a la casa de mi abuelita Juanita y de La Mamita (su hermana). Ese era un mundo centrado en nosotros. Ligeramente sobreprotector; pero enormemente creativo y entretenido. Aveces, se podía decir, un poco alejado de la realidad.

Cuando yo estaba en Segundo año de primaria nos agarró el Carnaval en esa casa. Por esos días, mi padre había regresado de alguna parte con un extraordinario traje de Batman para mí, y uno igual de admirable, sólo que de Robin, para mi hermano. Those were the days, my friend!

Pues bien…llegado el martes nos vistieron de Batman y Robin, nos dieron sendas bolsas de cascarones y caminamos a la parada del bus, que quedaba como a dos cuadras de la casa. Mi hermano y yo íbamos en las nubes con nuestros disfraces. Veíamos cómo se aproximaba el bus. El bus se estacionó. Lo abordamos. Mi abuela y mi tía abuela nos dijeron adiós en la parada. Y el bus arrancó.

Y todos se nos quedaron viendo, porque ¡todavía faltaba una semana para el Carnaval! Mi hermano y yo eramos los únicos pendejos disfrazados.

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6 comments

  1. jajajajaja… alagran q oso vos… segun yo te habian tirado un bolsaso con orines o algo asi… jajaja qu emate de risa

  2. No mano, si la cosa es seria.

  3. A mi me marcó de por vida el Día de los Inocentes y los cinchazos de mi abuelo que en paz descanse sin ningún chicote a su alcance. Siempre dijo que tenía que darnos bien duro para que pudiéramos crecer sanos y fuertes.Nunca funcionó y siempre fui el “caquéctico” de la familia. Luego, descubrí por qué me pusieron ese apodo… La verdad, nos reíamos mientras mi abuelo nos perseguía por el jardín de su casa de la Antigua.Pasaron los años y todo marchó bien. Hasta que el año pasado me lanzaron un huevo para Halloween cuando me atreví a disfrazarme del Tío Sam y caminar por la plaza Italia en Santiago, Chile (el lugar más rojo en Latinoamérica después de La Habana y Caracas).Salí corriendo y me subí al carro tan pronto pude. ¡Creo que en esta si me la busqué! ¡hahaha!

  4. Vos…lo de los cinchazos…eso es en los Sábados de Gloria, ¿o también te cinchaceaban en Carnaval? Eso sería por travieso.

  5. hehehe. No los cinchazos los daba el día de los Inocentes pa’ recordarnos la historia de Herodes y la cacería que hizo en busca de Jesucristo.Mi abuelo era valenciano y celebraban ese día con un buen cincho y una fiesta para los más grandes.Por suerte me escapé del Sábado de Gloria. En serio que esto de ser católico… ¿duele verdad? ¡hehehe!

  6. Cierto, vos Con; pero ¿qué se puede esperar de una cultura cuyo símbolo es un instrumento de tortura y de muerte?