Ninguna visita a Monterrico, en Guatemala, está completa sin pasar a saludar a los caimanes.
Esos encantadores, y mortíferos reptiles, tienen una gran personalidad que generalmente está oculta detrás de su aparente indiferencia y de su andar sereno.
Este vídeo lo tomé el sábado cuando el cuidador procedía a limpiar el estanque de estos muchachos.