02
Jul 09

La iguana no sabe a pollo


Lo que a mí más me emociona de andar por ahí es comer cosas que nunca he comido antes. El domingo, por ejemplo, tuve la oportunidad de comer iguana en el parque Cataluña, de San Juan Sacatepequez.

Cuando andaba buscando hongos, vi que una señora ofrecía una iguana asada y estuve tentado de comprar el animalito. Luego, me topé con otra vendedora que ofrecía el mismo plato,solo que guisado y ahí no me aguanté. Compre una porción sin piel, y a la señora de enfrente le compré unas tortillas para luego irme a comer iguana sentado en una de las fuentes del parque.

¿A qué sabe la iguana? Pues no sabe a pollo; pero si tuviera que describirla diría que es algo así como entre gallina y pato. La carne tiene un gusto muy sabroso y ofrece algo de resistencia al morderla; y, además, el guisado estaba verdaderamente rico.

Hacía ratos que quería comer iguana porque sentía como que me hacía falta probarla. Ya he comido ancas de rana, que me dió mi padre cuando era niño; cocodrilo, en una cevichería que quedaba en la zona 5; y culebra, en el callejón de la culebra, en Taipei. ¿Cómo iba a dejar pasar la oportunidad de comer iguana?

14
Jun 09

Huevos de chompipe para el desayuno


Como ayer fuí a Mercado Central, a almorzar donde doña Mela, compré huevos de chompipe para mi desayuno de hoy. Su cáscara se caracteriza porque está llena de manchas, y por eso es que a los pecosos se les dice que parecen huevos de chompipe.

Al romperlos, la cáscara y la membrana de adentro son mas duras que las de los huevos de gallina. Al mezclarlos, las yemas son más difíciles de romper y de batir que las de sus pares de gallina. Me gustaron mucho su color amarillo intenso y su sabor fue magnífico. Me los comí en pan francés de horno de leña.

Los preparé revueltos en aceite de oliva, con sal y con un toque muy ligero de pimienta de Cayena.

A los chompipes se les conoce como chuntos, chumpes, guajolotes, o pavos.

13
Jun 09

Están como cabras

A mí siempre me caen en gracia los rebaños de cabras que recorren las calles de la ciudad de Guatemala. Me divierten las cabras y me divierte el contraste entre la ciudad y los rebaños.

Allá por los años 80, un rebaño parecido al de la foto pasaba por mi casa y mi padre solia comprarnos leche que tomábamos al pie de la cabra. Ahora me sienta muy mal la leche de cabra; pero recuerdo con mucho cariño la ilusión que nos daba tomar aquella leche. Lo que no recuerdo con cariño alguno eran los latigazos que daba el que llevaba las cabras; esto es porque, en tiempos de vacaciones, cuando uno podía dormir hasta bastante más tarde que lo normal, el sujeto pasaba chasqueando con tanta fuerza que generalmente me despertaba innecesariamente.
No se por qué nunca ordeñé cabra; pero mi padre nos enseñó a mi hermano y a mí a ordeñar vacas. Recuerdo que fue en una finca encantadora que quedaba en camion al lago de Amatitlán, luego de Villa Canales. En lo que in illo tempore había sido la iglesia de la finca, ahí había un establo donde se ordeñaba a las vacas. Recuerdo muy bien la mezcla de sentimientos con los que tomé la ubre y la emoción de sentir y de ver el líquido que salía caliente y con fuerza. Recuerdo el aroma, la espuma y el sabor intenso…a vaca. Pero me gustaba porque a mí siempre me ha gustado la leche.
Ahora ya no hay muchos animales -que no sean perros, gatos, o ratas- que recorran la ciudad; pero yo todavía ví carretas de bueyes; y de hecho, yo no lo recuerdo, pero me contaban que así era, mi abuelo Jorge salía con una pala y carretilla a recoger el estiércol que usaba para sus rosales y para otras sus siembras en la casa.
A las cabras de la foto me las encontré en la 18 calle, entre Octava y Novena avenidas de la zona 1, a inmediaciones de la Plaza Barrios y del Museo del Ferrocarril.

08
May 09

Otro de mis compañeros de trabajo

El consejo de que no hay que gastar pólvora en zanates se refiere a esta ave que también es conocida con el nombre de clarinero.

Por su plumaje negro brillante, que da tonos de azulado, este es un macho.  Las hembras, por su parte, son de plumaje más modesto, de color ambar/marrón.  Este es uno de los zanates que comparten conmigo su lugar de trabajo.  Generalmente son huyidizos; pero este estaba muy sereno, y a pesar de que tuve que dejar a un lado lo que que iba acarreando, y de que tuve que encender la cámara, todavía me dió tiempo de tomarle un par de fotos antes de que me viera con desdén y emprendiera el vuelo.

08
Abr 09

Las ardillas frente a mi ventana

Esta es una de las dos artillas que estaban retozando en el árbol que está frente a mi ventana.  Suben y bajan, recorren las ramas, uno tiene la impresión de que estos animalitos se están divirtiendo y de que la pasan muy bien enmedio de la intensa actividad que muestran.  Por eso me caen bien las artillas…se ve que se divierten haciendo lo suyo.


Digg!


11
Mar 09

El alacrán, crán, crán


07
Mar 09

Delicioso tasajo de alce

He estado comiendo tasajo de alce; y no es cualquier tasajo, este vino de Telluride, el pueblo donde se halla el aeropuerto civil más alto, en los Estados Unidos de América, a 9078 pies de altura. Tome usted en cuenta que la ciudad de Guatemala está a 5000 pies de altura; y que Xela está cerca de los 7000 pies.

El tasajo es carne seca, sazonada y ahumada. En lo seco se parece a nuestra cecina; pero esta no es ahumada, sino sólo secada al sol.

Telluride es tierra de alces, y por eso es que el tasajo de allá es de ese animal. Cuando como el tasajo de allá, me imagino a los mineros y a los vaqueros pasando meses en el campo y alimentándose con esta deliciosa carne, junto a una fogata. Claro que no es lo mismo hacerlo de cuando en cuando y por placer, que el hecho de que esa sea el único alimento disponible.

De cualquier manera, me estoy gozando mucho mis pedazos de tasajo de alce. En Rusia, por cierto, los alces son animales de tiro y también se les aprecia por su leche y su carne.

Digg!


06
Feb 09

Por los perros y los gatos

Aware es un refugio para perros y gatos que se encuentra en el kilómetro 40 de la carretera a Sumpango.

Mi amiga, Marcia, cuenta que “al entrar al camino de terracería, rumbo a Aware se dificulta un poco el trayecto pero todo vale la pena, cuando las puertas del portón de malla se abren y nos encontramos en un terreno boscoso habitado por una pareja de esposos muy amables y con un enorme corazón y amor hacia los animales y por una cantidad considerable de perros y mininos. Hay perros sueltos que corren felices alrededor de los visitantes y esperan por parte de ellos una muestra de cariño, los demás se encuentran en sus respectivas jaulas, todas con su parte de patiecito y otra parte con lámina, hay de todo amigos, perros de tamaño grande, medianos y otros más pequeños, la mayoría mestizos pero no por eso menos hermosos y todos en espera de una segunda oportunidad. Por otra parte, los gatos son realmente bellos y se desviven porque se les haga una caricia”.

Dice Marcia que en Aware “cuentan con cachorritos listos para ser adoptados. Permítanme contarles además que todos los perros y gatos cuentan con sus vacunas y están operados para no reproducirse. Los invito de todo corazón que se acerquen a Aware3 para conocer la hermosa labor que realiza la señora Xeni y su esposo, además están muy necesitados de colaboración tanto de voluntariado como de alimento para las mascotas, porque tienen más de 200 perros y como 80 gatitos, sí amigos, esa cantidad de animalitos, todos bien cuidados y tratados con cariño, pero el alimento muchas veces escasea y hacen falta manos para ayudar. Está abierto al público los domingos de 10:00 a.m. a 3:00 p.m. y para mayor información se pueden comunicar con la señora Xeni al 5401-3148, o con Alejandra Estrada al 4248-4076”.

El domingo 8 de febrero, a partir de la 1:00 p.m. en las Ruinas de Concepción, en la Antigua Guatemala, se celebrará un casino para recaudar fondos para Aware. La entrada tiene un costo de Q15 por persona y habrá juegos y rifas.

La foto es de la colección de fotos de perros, de mi amigo Ráúl.


04
Feb 09

El ratón sinvergüenza

El viernes, en la Casa Popenoe, me encontré con este pequeño ratón sinvergüenza. Estaba comiendo insectos entre los camarones amarillos y permaneció tranquilo durante todo el tiempo que estuve fotografiándolo. No se alarmó hasta que me le acerqué demasiado.

Gracias a mi amiga, Clarita, que fue quien me avisó que el roedor estaba haciendo de las suyas entre las flores.

De paso, me pongo a pensar en cuántos ratones conozco:

Al ratón Pérez, que era el esposo de la cucarachita Martina y que se cayó en la olla de frijoles.
Al ratón de los dientes, que dejaba dinero bajo mi almohada.
Al ratón vaquero, que se chupó las balas.
Al ratón Miguelito.
Al ratón Ignacio, el de La Gata Loca.
A Speedy González .
A Jerry, el de Tom .
A Pinky y a Cerebro.
A Bernardo y a Bianca.
A Ratatouille.
y al ratón pongo otra entrada.


31
Dic 08

Abuso y crueldad en Pasos y pedales

Salir a montar bicicleta, e ir halando un perro, es un abuso y una crueldad. Y desgraciadamente ocurre con frecuencia en Pasos y pedales, en la ciudad de Guatemala. Sólo este domingo pasado vi cuatro casos de jóvenes que van pedaleando, y casi arrastran a sus perros.

Se nota que los pobres animalitos a duras penas pueden seguirle el paso a sus amos irresponsables. Y quién sabe si los perros tienen las condiciones físicas necesarias para someterse al ejercicio que sus dueños no hacen por sí mismos ya que ellos no van corriendo, sino encaramados en sendas bicicletas.