Las dos primeras estrofas de la letra original del Himno de Guatemala, compuesta por José Joaquín Palma en 1896, decían:
¡Guatemala, felíz!… ya tus aras
no ensangrienta feroz el verdugo;
ni hay cobardes que laman el yugo,
ni tiranos que escupan tu faz.
Si mañana tu suelo sagrado
lo profana invasión extranjera,
tinta en sangre tu hermosa bandera
de mortaja al audaz servirá.
Empero, esa letra fue modificada por solicitud del presidente Jorge Ubico y la modificación fue hecha por José María Bonilla Ruano en 1934. La de la grabación, que podemos oír en gramófono gracias al extraordinario Museo de los Músicos Invisibles, es la del Himno Nacional original.
Así, como en el vídeo, se oía el Himno en los primeros años del siglo XX. Mi madre cuenta que en la casa de su abuela había uno y me pregunto que, ¿a dónde iría a parar? ¿Quién diría: ¡saquen esa basura de aquí!, y mandó a tirar el gramófono?
Ayer visité el Museo de los Músicos invisibles gracias a un agradabilísimo y educativo paseo que organizó el Museo Popol Vuh.