María Elena y Werner Seidl son mecenas del arte; y específicamente de la opera y del bel canto. En reconocimiento a su generosidad y a su entusiasmo María Elena recibirá la Orden Vicenta Laparra de la Cerda.
María Elena comentó que la recibe con gusto, como un homenaje al maestro Luis Felipe Girón May, a quien le atribuye el mérito de haber renovado el interés operático en Guatemala.
Desde hace años, y en su villa encantadora, María Elena y Werner organizan veladas musicales y operáticas que, hasta antes de su asesinato, estaban a cargo de Luis Felipe y de sus estudiantes, entre otros talentos. Es una dicha y un honor asistir a una de esos encuentros, no sólo desde el punto de vista de un humilde espectador; sino que para los nuevos y futuros talentos.
Conocí a María Elena y a Werner gracias a mis amigos Maite y Bertrand; y por ello les estoy muy, muy agradecido. Tengo ratos de no ir a Villa Elena; pero siempre recuerdo -con cariño- los buenos momentos pasados en sus corredores y salones.
La medalla de la orden Vicenta Laparra de la Cerda, colgará dignamente en el cuello de María Elena, en homenaje a su filantropía y a su amor por la música y la opera; en recuerdo de Luis Felipe, a quien la opera en Guatemala le debe tanto; y de la mano de Werner, porque detras de una gran mujer…seguramente hay un hombre que la ama.