Un caballo de Troya

 

La idea de que los diputados impongan legislación para forzar que los comerciantes les exijan una constancia de vacunación a sus clientes es, como mínimo, inaceptable. Intolerable porque legislación así les daría origen a personas de primera clase y de segunda clase, al forzar una discriminación legislativa. Intolerable porque arrinconaría y estigmatizaría a quienes no desean meterse ciertas sustancias en sus cuerpos. Intolerable porque forzaría a los comerciantes a actuar de forma policíaca.

La foto la tomé de aquí: https://bit.ly/3uDYj1i

¿Es que quienes promueven ese tipo de legislación no ven lo que está ocurriendo en el mundo?  Los camioneros y agricultores en Ottawa y en otras partes de Canadá le han dado inicio a una revolución contra las medidas absurdas y arbitrarias de los socialistas como Trudeau.  Los primeros ministros de otros territorios canadienses ya están echando marcha atrás en aquellas medidas. En los Países Bajos, en Francia y en Austria -de forma masiva- la gente está rebelándose contra las dictaduras covidianas.  Todo el edificio de la coacción arbitraria covidiana se está derrumbando.

Es cierto que la mayoría de medios de comunicación masivos les ocultan aquellas manifestaciones a sus lectores y televidentes; pero las redes sociales virtuales informan abundantemente sobre ello, por lo que no hay excusa para que los diputados y los promotores de la tiranía covidana no se den por enterados.

Yo, por cierto, fui productor de noticias internacionales en dos noticiarios guatemaltecos; y no hay forma…¡No hay forma!…de que me hubiera salido con la mía si no hubiera informado a mis televidentes de algo como lo que ocurre en Canadá y en otros países.  Mis jefes y compañeros no lo hubieran permitido; pero eran otros tiempos y otras “mores”.

De cualquier manera, son un caballo de Troya, son inmorales y abusadoras las pretensiones de forzar a las personas a usar sustancias, discriminarlas por no hacerlo, obligar a los comerciantes a actuar como polizontes y usar la facultad legislativa para perpetuar prácticas que en otras sociedades la gente ya está rechazando -admirablemente- por liberticidas y totalitarias.

Columna publicada en elPeriódico.

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