Para abril, o para mayo, la vacuna

Hay una canción, vieja como la maña de pedir fiado, que dice: Para abril, o para mayo veré, que me ofrezcas la primera, prueba de amor; y de eso me acordé cuando leí que las primeras vacunas contra el covid-19 vendrán a Guatemala…para marzo, o abril de 2021.

Foto por Baltimore County Government, PDM-owner, via Wikimedia Commons.

Nada tendría esto de notable, si no fuera porque los ticos obtuvieron la de Pfizer y la de BioNTech la semana pasada; y porque Panamá también aseguró su pedido de Prizer y en ambos países ya hay congeladores.

¿Y Guatemala? Pues mamona con la comunidad internacional y en un acto de señalización de virtud, la Administración chapina se adhirió al mecanismo Covax que es una alianza de gobiernos, lidereada por la OMS, para tener acceso a vacunas de forma equitativaVacunas de Moderna (que requieren menos enfriamiento).

De forma equitativa, para quienes necesitan traducción, quiere decir de forma política, con todo lo que ello implica, incluidas arbitrariedad, corrupción e ineficiencia…¿me vas a decir que no? Por lo pronto sabemos que la Administración chapina negoció las vacunas de forma secreta. ¿Vas a creer?

Es natural que los gobiernos de los países en donde se han desarrollado vacunas (especialmente si los laboratorios han recibido dinero de los tributarios) se reservaran las primeras dosis producidas, para sus habitantes; pero a partir de ahí la forma más justa de distribución hubiera sido una descentralizada y no monopólica, en manos del mercado y al margen de los incentivos perversos de la política. El mercado, no te olvides, quiere decir: las personas.

Fuera del mecanismo Covax y sin intervención de políticos y burócratas, lo razonable es que la Administración hubiera buscado proveedores directos como lo hicieron los gobiernos de Costa Rica y Panamá, o que el sector privado se hubiera hecho cargo, como se hizo cargo de mascarillas, gel, y medicamentos para tratar el covid-19 (¡Salvando las distancias, claro!). ¿Cuándo faltaron las mascarillas y el gel? En vez de subir de precio, sus precios se desplomaron. Lo natural es que las personas tuvieran la libertad de elegir cómo proveerse de vacunas, en vez de que el gobierno las forzara a una sola opción.

Con suerte -más por paz mental que por otra cosa, tomando en cuenta que estas vacunas son algo sketchy–  habrá vacunas para abril, o para mayo, si los procedimientos siguen monopolizados y centralizados. ¿No aprendió nada la Administración de la experiencia monopolizadora y centralizadora de las pruebas al principio del encierro? ¿Te acuerdas del cuello de botella y del desastre cuando las pruebas para identificar el virus chino estaban sólo en manos de los políticos y burócratas?

Dicho lo anterior -al finalizar este, que es el más memorable de los años- les deseo a los lectores un mejor año 2021.  Uno en el que la salud, la paz, la prosperidad y la compañía de sus seres queridos sean las razones por las que lo recordemos.  L´chaim y Carpe diem.

Columna publicada en elPeriódico.

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