La araña lucha para alimentarse, en tanto que el ronrón lucha para escapar y no ser el plato del día.
¿Quién debería salirse con la suya? Al principio pensé que debería liberar al ronrón; pero luego pensé que no hay buena razón para negarle su alimento a la araña. Lo que hice fue dejarlos a ver qué pasaba y resultó que el ronrón escapó y la araña se quedó con hambre.