Los chapines se lucen con el espectáculo de fuegos artificiales y luces en la Nochebuena.
Los chapines tenemos la costumbre de quemar cohetes y fuegos artificiales el 24 a la media noche, el 25 a las doce del día y de nuevo a las seis de la tarde. Toda la ciudad -y supongo que también otras poblaciones- se alegra con el coheterío. En realidad, los juegos pirotécnicos del 24 empiezan cuando se pone el sol y se van intensificando en la medida en que llagan las 12 de la noche cuando el espectáculo alcanza su nivel más maravilloso.
La cohetería de la Nochebuena chapina nunca deja de maravillarme. Los fuegos artificiales nos fascinan a quienes tenemos la dicha de disfrutar sus formas ingeniosas y sus colores.
En casa vemos las luces y fuegos, luego nos abrazamos y bebemos una copa ¡por la vida! y después abrimos los regalos.
En la antigüedad el solsticio de invierno se celebraba porque a partir de ese momento las noches empezaban a hacerse más cortas y vuelve la luz. Por eso es muy apropiado que el fin del 24 de diciembre sea celebrado con luces y fuegos festivos.
Cuando yo era niño no había nada parecido. Las candelas romanas, las varas de luces y otros artificios que había eran extremadamente modestos en comparación a lo que podemos ver y disfrutar ahora. Cada año los fabricantes de fuegos artificiales producen formas más complejas y combinaciones de colores novedosas y todo esto me lleva a mi niñez.
¡Que vuelva la luz!…y que los encuentre a ti, a tu familia y a tus amigos rodeados de amor y de paz.