Las cosas ya no son como eran antes. Illo tempore, la gente tomaba en serio el fin del mundo y era un drama. Ahora, no le avisan a uno la hora exacta, ni le indican cuál es el dress code.
Como a esta hora (9:40 a.m.) no ha ocurrido el fin del mundo, ni el rapto, y como en el otro lado del globo ya hace ratos que es 24 de septiembre estoy confundido. Además, dentro de unos minutos tengo clase.
Mi amiga María Reneé envió este programa:
Pero las cosas no están ocurriendo así. Es cierto que hubo un temblor en la mañana, temprano, pero sospecho que -una vez más- me voy a quedar vestido y alborotado. Como para aquello del 13 Baktun. Much ado about nothing, diría mi abuela, Frances. Todo pasó sin que pasara nada, diría mi tía abuela, La Mamita.
Las ilustraciones las tomé de Facebook.