Uno de los subproductos que más disfruto cuando hacemos el fiambre, en casa, son los huevitos nonatos de la galllina. Estos son los huevos que vienen dentro de la gallina, sin cáscara, porque están en proceso. Me gusta comerlos con aceite de oliva, limón y sal. La mayoría vienen sólo las yemas, pero a veces vienen con clara. La textura es ligeramente más densa que la un huevo duro normal.