Sólo cuando uno ha estado en los alrededores del Monumento a los Próceres previo a la inauguración del Arbol Gallo, y ahí ha visto las caras ilusionadas de los niños y de los ancianos, puédese entender la dimensión que este espectáculo tiene para la gente que llega a verlo.
Ha de ser la misma cara que pongo desde mi balcón cuando veo que se enciende al Arbol y cuando veo los fuegos artificiales que lo acompañan. Seguramente me veo embobado y así con los ojos bien abiertos debo parecer un crío en la plaza. Con el Arbol Gallo empiezan las fiestas de fin de año y el niño que hay en mí se alborota…gozo como un mico.
El Arbol Gallo es obsequio de la Cervecería Centroamericana y a mí empieza a ponerme en Xmas Mode; y seguramente a la gente que acude al espectáculo, también. Hoy con la lluvia a saber cómo estuvo en la plaza; pero apuesto a que la gente la pasó bien como pudo. Tradicionalmente las familias llegan al lugar desde temprano y hacen picnic. Desde niños de brazos hasta gente mayor en sillas de ruedas, todos gozan de un paseo por la Avenida de la Reforma (iluminada con motivos de la temporada) y en los alrededores. ¡Por supuesto que no faltan las ventas de comida!, desde los tradicionales churrasquitos con carne adobada, longanizas y otros embutidos hasta los hot-dogs, panes, dulces artesanales, tacos y demás. En el vídeo, tomado desde mi balcón, al fondo se oyen la música y algo de la alegría de la gente.
Este año, como en otros, me gocé mucho el espectáculo.