Salí a votar a las 11:00 a.m. y estuvo bueno hacerlo temprano porque ahora mismo están lloviendo perros y gatos en la ciudad de Guatemala. Como siempre mis respetos y agradecimiento a los miembros de las Juntas Receptoras de Votos y a todos los que hacen posible la elección. Gracias a quienes cuidan el voto de los mandantes y hacen que la experiencia sea agradable.
Visité tres centros de votación y en los tres la actividad no era intensa como en la Primera vuelta. En dos de ellos la afluencia de votantes era menor que en la Primera vuelta a esa misma hora; pero en uno de ellos la afluencia era mayor. La segunda vuelta tiende a ser menos concurrida que la Primera; pero en las condiciones actuales -cuando los guatemaltecos estamos escribiendo las páginas de la Historia que será estudiada por nuestros hijos y nietos dentro de 10, 50 y 100 años- no deja de ser una lástima que mucha gente se haga la desentendida. En la Primera vuelta, al grupo Semilla, a la exguerrilla y a otros promotores del abstencionismo les debería haber quedado claro que los chapines preferimos tener elecciones y optamos por los cambios pacíficos.
Falta hora y media para que se cierren los centros de votación; y si no has ido a emitir sufragio todavía es tiempo. ¡Animate!…aunque, por otro lado, un porcentaje significativo de abstencionismo le enviaría al ganador un mensaje muy importante: su mandato no es un cheque en blanco, y es bien limitado.