El domingo sí iré a votar. No me sentiría cómodo en una posición neutral. Además, ¿verdad que sería fabuloso que -como en la primera vuelta- la gente acudiera por montones a las urnas? Digo, para darles otra lección a los que querían cancelar las elecciones. Para decirles que se guarden su revolución y que se pongan a echar punta.
Iré a votar porque, con todos sus defectos, el voto es mejor que otras opciones cuando se trata de seleccionar un método para elegir. Iré para reafirmar mi vocación pacífica. Iré a votar porque no quiero que la próxima vez que tenga que ir a las urnas sea para elegir al candidato único candidato del partido único. Puede que fracase en mi intento; pero lo voy a intentar.
Iré a votar porque, aquí y ahora, es lo que hay. Trabajaré para que en el futuro haya algo mejor; y tal vez sea cierto que no hubiéramos llegado a este estado de cosas si hubiéramos tomado decisiones distintas a las que tomamos en el pasado; pero la realidad es que aquí y ahora Toca. No te confundas, esta no es una decisión conformista, ni determinista, ni nada parecido; sólo es un reconocimiento de que la realidad es.
Para abdicar de mi responsabilidad sobre el futuro, podría decir que no hay diferencia entre los candidatos y podría decir que la elección presidencial es casi irrelevante; pero no es cierto. La Presidencia controla el Ejército y la Policía. Controla docenas y docenas de reglamentos y procedimientos que pueden hundir a un país. Reglamentos y procedimientos de comercio, de industria, de trabajo, de vivienda, de educación, de salud, de comunicaciones, de transporte, de agricultura, de finanzas, y muchos, muchos más. Voy a elegir la opción que me parezca menos peligrosa de las dos. Y como creo que hay una menos peligrosa que la otra, haré lo posible porque la más dañina no resulte electa. No sólo por mi acción, sino por mi omisión.
Iré a votar a pesar de los Jimmylievers y los Sandralievers. ¿Sabes? Creo que eso de ir a votar es tan importante que incluso si vas y votas nulo es mejor que no ir a las urnas. El mensaje de no ir a las urnas es confuso porque alguien podría no ir a votar porque está enfermo, o porque está fuera del país; pero si uno va y vota nulo, por lo menos está expresando con claridad su rechazo al sistema. La no asistencia a las urnas es la peor de las opciones y sólo sirve a los más oscuros intereses de aquellos que cuentan con el abstencionismo para imponerse y hacer la revolución.
El domingo iré a defenderme. Iré a las urnas a votar contra la peor opción. Iré y estoy dispuesto a asumir la responsabilidad de elegir. Iré porque no tengo miedo a equivocarme. Iré para luego no añorar aquellos tiempos en los que podía elegir y no lo hice.
Todos tienen derecho de esperar un cambio, y nos tiran a 15 candidatos buenos para nada, y usted todavía expresa que estas son buenas elecciones? ahora elija y metase el cuchillo… ojala mañana no diga: yo no vote por jimmy, yo no vote por sandra… hipócrita, y si se quiere revolución porque seguimos eligiendo al “menos peor”. (sistema podrido dara frutos podridos)
No se esponje, David. Primero, y por favor, dígame exactamente dónde digo que estas son buenas elecciones. Lo que digo es que son lo que hay. Lo que digo es que “Toca”. ¿Verdad? Ahora bien, para saber contra quién exactamente voy a votar (y va a quedar por escrito) le recomiendo que visite este espacio mañana viernes. Así en buena onda, ¿qué derecho cree que tiene, usted, de llamarme hipócrita? ¿Cómo podría serlo, si aquí en este espacio queda récord de cómo es que voto y por qué?
El ideal revolucionario definitivamente no lo compartimos. ¿Ha visto como son las revoluciones esas? ¿Ha visto lo que cuestan en términos de vidas humanas y de calidad de vida? Yo prefiero ir a votar, que los métodos revolucionarios. Tal vez en lo que si podemos coincidir es que hay que cambair el sistema podrído que da frutos podridos.