El Ministerio de Finanzas y la Superintendencia de Administración Tributaria terminaron un análisis que podría incluir impuestos nuevos. Mientras que la Corte de Constitucionalidad termina de resolver otras impugnaciones a las inconstitucionalidades cometidas en el presupuesto aprobado por el Congreso servíl, se analiza el cobro de los impuestos a la distribución de bebidas alcohólicas, tabaco y cigarrillos, bajo el supuesto de que dichos impuestos tendrían un efecto en el corto plazo sobre la recaudación porque el traslado al fisco es mensual.
¡Ceteris paribus, claro! Es decir: Sí, y sólo sí, todo lo demás permanece inalterado. Lo cual no va a pasar. ¡Nunca pasa!
¿Te digo que va a pasar?
Va a crecer el incentivo para ingresar cigarrillos, tabaco y licor de contrabando. Sin los nuevos incentivos, hace poco la Fiscalía de Delitos Económicos del Ministerio Público, realizó el decomiso cajas de cigarrillos que fueron localizadas en un doble fondo de interior de un furgón. El decomiso fue de 644 cajas y 69 fardos, para un total de seis millones 453 mil 800 unidades de cigarrillos incautados. ¡Y eso es sólo lo que atraparon!, imagínate cuánto más pasa por el colador sin que sea detectado.
Como los cigarrillos de contrabando no pagan impuestos son más baratos, todo el que pueda comprará cigarrillos de contrabando. Las ventas de cigarrillos legales bajarán y los pipoldermos no recibirán lo que creían que iban a recibir. Y aparte dañarán a los productores, importadores y distribuidores que no pueden eludir los controles.
Lo mismo va a pasar con el licor. Por ejemplo: sin los incentivos en marzo de 2014 el Ministerio Publico efectuó seis allanamientos en comercios y bodegas en Quiché, y ahí incautó 80 cajas de 24 botellas de licor y 15 cajas de cerveza de origen mexicano. ¡Y eso es sólo lo que atraparon!, imagínate cuánto más pasa por el colador sin que sea detectado.
La historia de los cigarrillos se repite, pero con licor. Y esto no es novedad. Ocurre siempre. Siempre que se elevan los costos de comerciar legalmente, crece el incentivo para comerciar al margen de la ley y practicar lo que se conoce como contrabando. ¡Y baja la recaudación.
¿Y sábes qué es lo peor?
Los más pobres, los consumidores marginales, se ven obligados a consumir productos de pero calidad, más dañinos para su salud. Por eso ves bolitos tomando lo que sea…porque no pueden pagar los impuestos que demandan los pipoldermos