Hace ocho días me encontré con este camioncito de madera entre el lodo y pensé: sic transit gloria mundi. ¿Cuántos momentos de alegría le dio a su dueño el camioncito y ahora está abandonado en el fango, bajo la llovizna y entre las nubes?
Me acordé de mis juguetes de niño. Todavía conservo dos trocitos, dos paletas de albañil y un azadón pequeños y una paca de algodón. Pero tiré el Astrocar, los soldaditos, los barcos y los tanques. Tiré los demás trocitos y nunca supe qué fue de otros muchos juguetes más.
Tengo juguetes nuevos y quién sabe cuál será su destino final. ¿Cuál será el destino final del camioncito de madera olvidado y sin ruedas?
Lo deberia de haber recojido y guardarlo como al suyo.