¿Oscar Vian quiere justicia?

No puede quedar así, impune, el caso Rios Mont, dijo el dirigente católico Oscar Vian; y cuando leí la noticia pensé en cuáles son las principales causas por las cuales el caso Ríos Mont podría quedar impune.

La primera es porque el caso huele más a venganza que a búsqueda de justicia.  Hay grupos de interés -y muchos de ellos vinculados a la exguerrilla- que quieren desquitarse, a cualquier costo, por la derrota militar y política que les infringió el acusado.

La segunda es que en la busca de aquella venganza, los grupos interesados fabricaron un un caso de genocidio donde no cabe tipificar ese delito.  En su afán de buscar la cuadratura del círculo estos grupos construyeron un gigante con pies de barro que se desploma solito.

La tercera es que en su afán de conseguir sus propósitos los grupos interesados presentaron un desfile de testimonios que, aunque describían actos horribles y repugnantes de violencia, nunca lograron establecer un vínculo entre esos actos y el encartado.

La cuarta es que a los grupos interesados en la venganza no les importó violar los más elementales principios y garantías procesales.  Se confiaron y creyeron que -con el apoyo de sus aliados y simpatizantes- podían pasar sobre la ley.

Y la quinta es que el trato que se le da a la amnistía es el de un privilegio para ser disfrutado moralmente sólo por uno de los grupos combatientes en el enfrentamiento de 36 años, y no como un instrumento paz.

Cual boomerangs, aquellas cinco circunstancias se voltearon contra quienes maquinaron los procedimientos contra Ríos Mont y ahora, en vez de que se haga justicia, digamos que por los presuntos delitos de los que de verdad se podría acusar al General, todo se ha convertido en una lucha política que nada tiene que ver con una verdadera búsqueda de la justicia.

Por eso es que el clamor de Vian -aunque algo viciado- sirve de algo.  Sirve para meditar acerca de lo que es justicia y lo que es venganza; y acerca de si se puede hacer justicia con los dados cargados y a cualquier costo; y sobre si es cierto, o no, que el fin justifica los medios.

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4 comments

  1. Francisco Vargas

    Los sacerdotes católicos, como les pide el evangelio del domingo 20 de octubre de este año, que se dediquen a “predicar el evangelio por todo el mundo”.

    Que se enfoquen en lo que les pidió Jesús en ese evangelio y sobre todo, que se amen los unos a los otros. Esto lo menciono porque lo que están haciendo, una vez más es fomentar la división entre los guatemaltecos.

  2. La Iglesia Católica, y sobre todo algunas órdenes, han hecho mucho daño a Guatemala, formaron parte activa en la creación de la guerrilla y continúan interrumpiendo el progreso, oponiendose a todo lo que traiga riqueza y beneficio al país. No entiendo con quién creen que quedan bien, no les basta con haber perdido su mayoría como religión, y a otros tantos que somo católicos a distancia

  3. La iglesia católica, debe ya de dejar de influenciar y dedicarse más, a lo que le corresponde.

    Es tiempo de perdonar, olvidar e iniciar a construir no a destruir

    Saludos

  4. Christian Grotewold

    La Misiòn de la Iglesia, es dar a conocer el Poder de Dios en la Tierra y guiar a los hombres a una vida correcta basada en los 10 Mandamientos, no opinar sobre temas que no le competen, lo ùnico que causa es incrementar la polarizaciòn social y con ello el odio y la envidia en los guatemaltecos.