¡Así me gusta que empiece mi semana: con celebraciones! Comencé este día y la semana con la celebración del Día del bibliotecario, en la Biblioteca Ludwig von Mises. Esta celebración me gusta mucho porque siempre tienen detalles muy bonitos para los invitados y juegos; además de que el personal de la Biblioteca es siempre muy atento, cariñoso y servicial. Yo aprovecho este día para reiterarles lo agradecido que estoy por sus atenciones cuando llego con invitados y visitantes intempestivos que, a veces son 1, y a veces son 20, ó más.
Por otro lado, mi primer empleo formal y en el que me apasioné fue en esa biblioteca cuando yo le hacía de Bibliotecario de adquisiciones. Mi tarea principal era mantener al día y ordenada la colección de publicaciones en serie: diarios, revistas y publicaciones académcias; así como darles entrada al inventario a los libros nuevos. Yo disfruté y aprendí mucho en ese trabajo que, además, me permitía leer y leer revistas y journals como parte de mis tareas diarias.
De paso y por Facebook me enteré que hoy, también, es el Día de los traductores y el Día de la blasfemia. Nunca he hecho traducciones significativas; pero sí he editado traducciones. ¡Así que salud por eso! En esas estaba cuando resulta que también se celebra el Día internacional del derecho a la blasfemia, festividad que nació porque hay quienes creen que las creencias religiosas deben ser objeto de examen y la crítica al igual que las creencias políticas son, pero tenemos un tabú en la religión. Comparto esa creencia y me sumo a la fiesta con una cita de H.L. Menken sobre la religión: We must respect the other fellow’s religion, but only in the sense and to the extent that we respect his theory that his wife is beautiful and his children smart.
¿Sabías que, ¡por las barbas de Neptuno!. el 19 de septiembre es el Día internacional de hablar como un pirata?
Por lo pronto ya se me pasó el Día mundial de la tapa; que se celebra el 29 de septiembre junto con el cumpleaños del gigante de la filosofía y de la economía, Ludwig von Mises. ¡Muy apropiado!, porque el año entrante espero acordarme de tapear grueso para el cumpleaños de Mises.
Una amiga mutua siempre me felicita por el Día del Traductor. Como este año se le olvidó, a mí también. Aunque adoro mi profesión, me identifico más con el Día del Maestro.