Es guatemalteco el que se siente guatemalteco, el que hace suyas y comparte las costumbres guatemaltecas, que no tienen que se todas. Ser guatemalteco, en este sentido, es sentirse chapín y gozarse la chapinidad. Tengo una perspectiva optimista de los guatemaltecos porque he tenido la dicha de compartir mi vida con muchos guatemaltecos generosos, emprendedores, creativos e ingeniosos. Y y me gozo las comidas, las tradiciones, y el sentido del humor chapín; eso respondí cuando de la revista Fashgt me preguntaron que para mí, ¿que significa ser guatemalteco?
El reportaje -en el que participaron otros chapines- fue publicado en la edición de agosto 2013 de dicha revista.
No soy nacionalista, ni nada parecido, pero esta tierra y estas costumbres son tan mías como de cualquier otro chapín que las goza y las valora. Con ellos comparto eso de ser guatemalteco.