Ayer tuve la dicha de almorzar pinol y de probar, por primera vez, esa delicia de la comida chapina; particularmente de San Juan Sacatepequez.
Todos los años, desde hace varios años, voy con un grupo de amigos queridos a aquella población -para su fiesta patronal- con el propósito de comprar y comer hongos y zompopos de mayo; pero este año a Raúl -de Así es la vida– y a la chef Euda Morales se les ocurrió la magnífica idea de almorzar pinol en el comedor de doña Olga.
El pinol es un plato ceremonial que se sirve durante este festejo del pueblo; pero también en bodas, bautizos y en toda ocasión en la que los anfitriones quieren lucirse y honrar a sus invitados. ¡Y de verdad lo consiguen! El pinol se prepara con de maíz amarillo ablandado en agua y secado, para después tostarlo en un comal. El recado se hace con aquella preparación de maíz y caldo de gallinas. El recado se prepara con tomate, miltomate, cebolla, chile pimiento y culantro. Todo dorado y molido.
El pinol lo disfrutamos acompañado de tortillas, arroz, verduras en escabeche y hongos de San Juan.